Sociedad

SOLIDARIDAD

La ayuda oscense llega hasta Maputo gracias al impulso de Beatriz Bueno

La capital altoaragonesa se vuelca con la ciudad de Mozambique con un proyecto de "crowdfunding"

La ayuda oscense llega hasta Maputo gracias al impulso de Beatriz Bueno
La ayuda oscense llega hasta Maputo gracias al impulso de Beatriz Bueno
S.E.

HUESCA.- Tras la visita de la oscense Beatriz Bueno Larraz a la Universidad Pedagógica de Maputo (Mozambique) para impartir un curso de máster el pasado mes de noviembre, surgió la iniciativa de crear una campaña de "crowdfunding" que tiene como destino el orfanato Aacosida, que actualmente acoge a 79 huérfanos a causa del Sida (45 niños y 34 niñas).

Durante su estancia de tres semanas, la doctora en Matemáticas por la Universidad Autónoma de Madrid tuvo la oportunidad de trabajar en el orfanato y comprobar las duras condiciones de los niños allí acogidos. "Fui a dar clases de matemáticas en la universidad, y Vicente Jiménez, un amigo de la familia, me animó a visitar el orfanato, ya que los conocía de cuando él trabajó en Mozambique", cuenta. "Sabía que las condiciones no iban a ser las mejores, pero aún así no es posible prepararse mentalmente para lo que te encuentras ahí", añade.

La idea de utilizar una plataforma digital para recaudar fondos tiene como objetivo seguir costeando las reparaciones en el orfanato, así como pagar los gastos escolares de los niños: los materiales necesarios para comenzar el nuevo curso escolar en enero y el pago de las tasas de instituto de los niños más mayores, que ya no pueden seguir atendiendo la escuela del orfanato.

De los casi tres mil euros necesarios para cubrir las necesidades más urgentes, se ha conseguido recaudar ya más de un tercio, principalmente gracias a un gran número de pequeñas donaciones individuales.

Además de las destacables aportaciones del personal y alumnos del Departamento de Matemáticas de la UAM y de la Escuela de Hostelería de Huesca, el pasado 23 de diciembre, gracias a la colaboración de Adrián Gracia Gómez y del bar Bendita Ruina, se organizó un concierto benéfico que contó con las actuaciones de los grupos oscenses Bonsocus y Rockefeller Stadium Club de Fans, en el que se recaudaron casi trescientos euros.

Los niños que viven en el orfanato son huérfanos de ambos padres, los cuales murieron a causa del Sida, y muchos de ellos también padecen la enfermedad.

La mayoría de programas de asistencia para la enfermedad en Mozambique se centran en las grandes ciudades y núcleos urbanos, olvidándose de los pueblos y las áreas rurales.

Estas zonas remotas se han convertido en el epicentro de la epidemia y están abarrotadas de cementerios de familiares traídos de las ciudades para morir.

Tras la muerte de sus padres a causa de la enfermedad, los huérfanos son abandonados en esas áreas rurales.

Mozambique es actualmente el séptimo país más pobre del mundo, según Acnur, y el estado no dispone de ningún sistema para hacerse cargo de estos niños. "A veces la policía se encuentra a los huérfanos por la calle y se los deja al director del orfanato para que él se haga cargo", comenta Beatriz.

El orfanato se creó como un proyecto particular de Dumsane Macamo y su familia, que desde hace 18 años han dedicado su vida a ofrecer vivienda, comida y educación a estos huérfanos, llegando a acoger desde bebés de dos meses hasta adolescentes de dieciocho años.

El orfanato se mantiene gracias al trabajo voluntario de los vecinos de Maputo y de la familia de Dumsane.

Actualmente cuenta con dos aulas en las que profesores voluntarios imparten clases de primaria, aunque se encuentra tan abarrotado (con una media de ocho niños por habitación), que parte de las aulas han sido adaptadas como dormitorios.

El orfanato no recibe ningún tipo de subvención del gobierno y se mantiene únicamente gracias a donativos privados, que principalmente se usan para pagar los gastos más inmediatos de comida y electricidad.

"Los niños no tienen literalmente nada que sea suyo propio, incluso la ropa la comparten", explica Beatriz. "Por no tener, no tienen ni mesas en las clases. Las aulas son una sala vacía con un tejado de chapa y cada niño se coge su silla de plástico de la zona de comedor cuando va a empezar la clase y se la lleva", comenta.

Tras su vuelta a España, Bueno decidió emprender esta particular recogida de fondos, además de embarcarse en diferentes proyectos para intentar ayudar al orfanato.

Esta campaña solidaria nacida en tierras oscenses ya ha dado sus primeros frutos: los primeros 30 euros recibidos permitieron poder pagar la electricidad de los dos meses siguientes, y con las primeras donaciones se ha podido comprar el cemento suficiente para reparar el suelo de las aulas.

Con el comienzo del nuevo año, Bueno se prepara para completar la recta final de la campaña de recogida de fondos, preparando nuevos proyectos y buscando colaboraciones. Con intención de poder ayudar al orfanato a largo plazo, se planea mantener la campaña activa hasta el 12 de enero, de manera que cualquier persona pueda colaborar accediendo a la página web del proyecto ("https://www.kukumiku.com/proyectos/aacosida/") y realizando un donativo mediante PayPal o utilizando la tarjeta de crédito. Para consultar información: (beatriz.bueno.larraz@gmail.com).