Jesús Lázaro Millán: "Los retos en muchedumbre me asustan y solo no me dan miedo"

SABIÑÁNIGO.- Jesús Lázaro Millán es de Calatorao (Zaragoza) pero vive en Sabiñánigo. Hace ocho años le diagnosticaron un cáncer de colon, le quitaron "60 centímetros de intestino grueso, parte del intestino delgado, el estómago entero, el bazo, tres cuartas partes del páncreas, media vejiga de la orina y medio hígado. Soy un superviviente de una metástasis en estadio cuatro", afirma.

Contó su experiencia hace unos días en un café tertulia que organizó en Sabiñánigo la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) Sabiñánigo-Alto Gallego, donde dejó patente que su tesón y fuerza no tienen límites.

El año pasado hizo la cicloturista Treparriscos para la que se preparó a conciencia "pedaleando cada día entre 40 y 70 kilómetros, acumulando durante un año unos 5.500 kilómetros. Cada diez tenía que parar para comer una galleta de avena porque no tengo estómago, por lo que necesito ir metiendo algo poco a poco".

Lázaro pretende ascender con su bici a los puertos más duros y famosos del Tour de Francia en los Alpes franceses, y dice que le gusta esquiar en la estación de Panticosa "que es más familiar, hay menos imprudencias, las aglomeraciones no me gustan, yo voy poco a poco. Los retos si voy solo no me dan miedo. Los retos en muchedumbre me asustan".

En el acto habló de su capacidad de lucha, del espíritu y pensamiento que hay que tener "para que nuestras células luchadoras del sistema inmunológico, los leucocitos T asesinos, hagan su trabajo y acaben destruyendo literalmente todas las células tumorales identificándolas como enemigos de la vida".

"Cada uno es el único responsable de su enfermedad y eso es muy difícil de asumir por quien acaba de ser diagnosticado de cáncer. Hemos enfermado al no saber procesar o resolver circunstancias muchas veces terribles en nuestras vidas, por ejemplo, cambiando de trabajo o divorciándonos, pero esto no siempre es viable y por eso llegamos a casi morir de cáncer o de otras enfermedades como alzheimer, infarto, esclerosis, artrosis.. y la lista sería inacabable", dice.

Este apasionado del deporte de las dos ruedas dice a quienes tienen cáncer "que hagan bici, deporte, que coman fruta y verdura; yo no quiero más quimio", señala.