Sociedad

PEREGRINACIÓN

Javierada de marzo, una marcha en la que la naturaleza es testigo del esfuerzo de la fe

Los recorridos en la "Ruta de las Ermitas", del 13 de enero, y en los "Siete Lugares", el 20, contaron con una buena afluencia

Javierada de marzo, una marcha en la que la naturaleza es testigo del esfuerzo de la fe
Javierada de marzo, una marcha en la que la naturaleza es testigo del esfuerzo de la fe
S.E.

La organización y preparación para la marcha de la Javierada lleva ya tres entrenos este mes de enero contando el que se celebra este domingo en la ruta de San Julián de Banzo. Se trata de actividades que son ya tradicionales por las cercanías de Huesca, que organiza la Casa Salesiana de la capital oscense.

IMÁGENES DE LOS RECORRIDOS

En la primera, los amantes de la naturaleza visitaron las siete ermitas que rodean la ciudad de Huesca: Virgen de Salas y de la Huerta, Las Mártires, Santa Lucía, la Virgen de Jara, la Virgen de Cillas, la Virgen de Loreto y San Jorge, con la posibilidad de ver su interior, "pues amablemente nos las abren, a veces, los mismos cofrades", explica Antonio Rico, organizador de la Javierada en Huesca. A las diez y media nos reunimos en la avenida Monreal, en la entrada principal del colegio salesiano y del santuario de María Auxiliadora. "Parece que estamos más caminantes que en años anteriores. Estamos 215, de los cuales 45 fueron menores de edad acompañados por padres o familiares y 18 jóvenes". En total, participaron varias familias enteras gracias a la suavidad del recorrido y las constantes paradas.

Se trata, indica Rico, "de momentos para saludar a compañeros que hace días y meses que no hemos visto, ver caras de personas que no esperábamos encontrar o sencillamente no conocemos".

Después de las explicaciones del guía, Luis Javier Gruchaga, el rezo y las peticiones para la jornada, se comenzó a andar recorriendo el Coso. "Formamos una serpiente multicolor que recorre la ciudad y vamos disfrutando del estupendo día. Hace sol y no sopla apenas viento", comenta.

La misma dinámica se repitió en las diferentes ermitas del recorrido. "En los casos en que es posible, conforme nos vamos acercando, empiezan a sonar las campanas. Encontramos las ermitas abiertas, que podemos visitar, admirar los cuadros, las esculturas y las diversas particularidades y comentar lo que nos llama la atención con los compañeros. Mientras, la gente joven habla o juega en los alrededores de las ermitas".

A las 13 horas, el grupo llegó a la ermita de Santa Lucía, y un poco antes de las dos, a la ermita de la Virgen de Jara. Allí, el prior de la cofradía, Nino Gracia Buisán, preparó todo para celebrar la eucaristía, que presidió Alfonso García de Eulate.

Durante la visita, explica Antonio Rico, "admiramos la preciosa talla de madera de la Virgen de Jara y el plafón que la adorna como fondo, realizado por los Hermanos Alonso".

En este caso, la celebración comenzó con la canción "Caminante no hay camino" que El coro de La Javierada interpretó junto con las canciones de la liturgia. Una ver terminada la eucaristía continuó la ruta.

Una vez realizado el descenso del barranco, los participantes cruzaron la autovía, y después pasaron una zona de huertas y campos y por el pueblo de Chimillas hasta la ermita de la Virgen de Cillas, poco después de las dos y media del mediodía.

Después de visitar la ermita, los participantes comieron reunidos en diversos grupos. Como colofón, destacó "la tradicional foto de grupo en el atrio de la ermita".

Después de este alto en el camino los participantes cruzaron la carretera de Ayerbe, por la que dentro de unas semanas se realizará el inicio de la peregrinación a Javier, y entre los campos llegaron hasta el núcleo de Huerrios, que atravesaron para seguir hasta la ermita de la Virgen de Loreto.

Como en años anteriores, un grupo de jóvenes quisieron tomar un atajo, pero fue necesaria la ayuda de José Mari para cruzar una acequia que venía con bastante agua. "A todos nos impresiona la amplitud de la ermita y disfrutamos recorriéndola", destaca el organizador de la Javierada en Huesca.

En cuanto al último tramo de la ruta, loa participantes se dirigieron a la última de las ermitas, la de San Jorge, donde llegaron alrededor de las seis de la tarde. "Hemos aprovechado el día de una forma inmejorable. Unos agentes municipales nos han esperado para abrirnos las puertas y poder observar la ermita después de las largas obras de consolidación, oportunidad que no habíamos tenido los últimos años.

RUTA DE LOS SIETE LUGARES

La segunda de la rutas denominada "Los Siete Lugares" se desarrolló el pasado domingo 20 enero y la participación de 175 personas, 35 de ellas menores de edad

La mañana comenzó fresca, en la puerta del Colegio pero con el cielo despejado "debido a que la niebla espesa del día anterior ha desaparecido por encanto", explica el organizador de la Javierada en Huesca.

Poco a poco se acumularon los peregrinos en la entrada, caras nuevas que son bienvenidas, especialmente en esta jornada tan especial del Huevo Solidario. También hubo muchos jóvenes y niños como en el domingo anterior.

Después del rezo y la petición a los santos, los participante tomaron la dirección a la carretera de Apiés. Un primer recuento a la altura del monumento al "mulo" cifró en 175 a los asistentes, número ligeramente inferior al primer día de entreno, "pero que esperamos se supere en los distintos puntos de encuentro de la marcha", matiza.

Pasado el puente de la circunvalación a Huesca, los participantes tomaron a la izquierda el camino que por la ermita de Jara nos acercó por el barranco de Morrano a Yéqueda.

A 500 metros del desvío, en lo alto de la loma, "esperó una agradable sorpresa. Andrés, el abuelo de Raúl, nos espera con unas enormes y espléndidas magdalenas de Sangarrén bendecidas a primera hora de la mañana en la Catedral. Hay hasta para los celíacos".

El cruce del barranco se realizó de uno en uno, alargándose el grupo sin remedio, pero que se volverá a concentrar en la parada tradicional en Yéqueda.

El grupo, reagrupado y algunos en manga corta por la buena temperatura, reanudaron la marcha tras el sonido del silbato del guía.

Tras abandonar Banastás y todavía en grupo a las 12 horas, los participantes en el segundo entreno para la Javierada efectuaron la entrada a Chimillas, parada obligada para reponer fuerzas, almorzar o aunque sólo para tomar un café.

El cruce de la nacional en Alerre se realizó con precaución, por lo que se tuvo que retener a los vehículos para pasar todos agrupados.

"Los minigrupos se forman dando pie a animadas conversaciones con temas muy variados, el más común el tiempo tan excepcional del que estamos disfrutando y la sensación del olor a panceta que parece traernos la ligera brisa", relata el organizador Antonio Rico.

La llegada a Banariés se realizó en el tiempo previsto hasta la nave de la familia Rapún, desde las 13:15 horas donde llevaban tiempo trabajando el equipo de logística de cocina, con Miguel Callén, Felipe Moreno y Sonia y Ana Losfablos a la cabeza. Por otra parte Alfonso y José tenían todo dispuesto para la celebración de la misa.

A las 13:30 horas, se inició la eucaristía, con la presencia de la mayoría de los participantes en la jornada.

Al finalizar, la misma Teresa, voluntaria de la ONG Entarachén Vols, leyó un escrito con sus palabras de agradecimiento e insistió en la finalidad del donativo para el proyecto en el centro juvenil Don Bosco en Mekanissa y mujeres en desarrollo en Zway, en Etiopía.

Acto seguido, todo los asistentes se pusieron en fila y el equipo de cocina y ayudantes "realizaron un inmejorable trabajo en cadena para dar cuenta del huevo frito con una buena ración de beicon".

Muchos jóvenes y también bastantes mayores repitieron. Después se dio cuenta del postre, con trenza abundante y tarta apta para celíacos preparada por Maite. Al mismo tiempo, se pasaron las huchas para recoger la solidaridad de los asistentes.

A las 15:10 horas, después de unas breves palabras de Cruchaga para agradecer a las firmas para que el huevo fuera más solidario Guissona, Horno de la Estación, Postres de Mesa (grupo Carmelo Bosque) y a la Familia Rapún, retomaron el camino a Cuarte donde efectuaron de nuevo una parada de reagrupación para dirigirse por el tramo de carretera hacia la alberca. A las 16:45 horas, bastante antes de lo previsto, se llegó a la inmediaciones del campin, lugar de despedidas hasta el este domingo 27 de enero, con la ruta de San Julián de Banzo.