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Salvador Fierro Lacort: “Me gusta tener los pies en el suelo, aunque a veces me pierda por los escenarios”

La nota musical de Barbastro sería “un Si en toda regla”, asegura

Salvador Fierro Lacort: “Me gusta tener los pies en el suelo, aunque a veces me pierda por los escenarios”
Salvador Fierro Lacort: “Me gusta tener los pies en el suelo, aunque a veces me pierda por los escenarios”
Á..H.

¿Qué tienen en común un campanero y un jotero?

- En mi caso que somos padre e hijo, el gran amor que profesamos a nuestra familia, a la ciudad y a los instrumentos de percusión sean campanas o castañuelas, incluso la batería en alusión a mi hermano.

¿Su padre, José María, le enseñó a tocar las campanas, pero prefirió las castañuelas de jotero?

- No aprendí a tocarla, subían sus nietos y algún amigo o familiar. Me enseñó a tocar la corneta y el tambor. Las castañuelas vinieron antes de que mi padre comenzara a subir al campanario de nuevo.

¿Qué difiere entre bailar la jota en la Plaza de San Pedro y hacerlo en la Plaza Aragón?

- La extensión de la plaza de San Pedro es descomunal. Paisajes y paisanajes diferentes. La jota se baila y la vives con igual gusto allí que aquí, pues pierdes la noción de dónde y ante quién estás.

¿Su vida se escribe con muchas jotas?

- Se escribe con mucho baile porque, además de las jotas, he bailado otros estilos de danza. Eso sí, por suerte casi nunca me ha tocado bailar con la "más fea".

¿Se ajusta más la faja o toca ajustarse con frecuencia el cinturón?

- Los dos tienen casi la misma función: sujetarse el pantalón, la faja servía para guardar el dinero que quedaba a buen recaudo y el cinturón te lo debes apretar para no quedarte sin él. Y eso toca muchas veces.

¿Cuál es su mejor virtud?

- No sé si es virtud o defecto, pero soy muy confiado con la gente y me entrego demasiado. Así me ha ido en algunas ocasiones, pues la lealtad y el compromiso parecen ser un bien escaso.

¿Es compatible bailar la jota y marcharse de ronda?

—Claro, de hecho, existe la jota de ronda a la que me he unido muchas veces con el baile e incluso cantando.

Si la jota aragonesa es una manifestación del folclore, Salvador Fierro es un manifestante habitual...

- De barbastrismo, del barrio, de la alegría, la jovialidad, el buen humor, el optimismo,... La vida no hay que tomársela demasiado en serio y vivirla en plenitud. Estamos de prestado y no saldremos vivos de ella.

¿Qué nota (musical) pondría a la ciudad de Barbastro?

- Un Si en toda regla. Una ciudad que sí vale la pena, que sí tiene futuro, que sí tiene un pasado grande y glorioso, … podría seguir con muchos síes.

Si París bien vale una misa (eso dicen), ¿cuántas coplas vale Barbastro?

- Muchas, una por cada persona que ha hecho de mi ciudad lo que es hoy, por cada persona que la ha engrandecido en todos los ámbitos, aunque sea con pequeños logros, todo cuenta.

Dígaselo con jotas al alcalde...

- Pues por aquello de vender nuestra ciudad a futuras inversiones, sobre todo de cara a generar empleo, le diría, haciéndola mía, una copla que escribió Teresa Ramón y que encierra tanto significado: "D. Antonio Cosculluela/ haga usted de pregonero/ y pregone por el mundo lo precioso que es mi pueblo".

¿Se considera un hombre de muchas tablas, por los escenarios, o prefiere pisar en suelo firme?

- Soy capricornio y me gusta tener los pies en el suelo, aunque a veces me pierda por los escenarios haciendo lo que más me gusta. Cuando todo acaba, vuelvo a pisar suelo procurando dejar huella.

Además del barrio ¿dónde se pierde?

- A caballo entre Barbastro y Monzón. No suelo "perderme" porque sé muy bien dónde quiero ir o no. Me gustan el mar en otoño y la montaña en verano.

¿Qué cambiaría en las Fiestas de Barbastro?

- Casi todo lo que se puede cambiar y velar porque todas las franjas de edad y ámbito social reciban un trato igual o parecido, asumiendo que hagas lo que hagas jamás será del agrado de todos. En mi ámbito folklórico la cosa ha mejorado mucho, gracias al concejal y secretario de fiestas junto al Patronato.

¿Qué recuerda de su etapa en la política municipal?

- Sobre todo la adquisición de conocimientos sobre el funcionamiento del Ayuntamiento, tecnicismos, protocolos, además de las amistades surgidas que dieron pie a momentos entrañables. Fue una etapa especial que me permitió vivir muchas y, en general, agradables experiencias.

Eso de que el cartero llama a su puerta, que no se lo cuenten...

- Pues sí, porque además de ser un real cartero también ejerzo de Cartero Real desde hace más de 30 años.

¿Qué le parece el nombramiento del jotero Joaquín Campodarve entre los miembros de honor de la Academia de las Artes del Folklore y la Jota de Aragón)?

- Es una suerte que, en un estamento como este, un jotero del Somontano esté como miembro de honor. Joaquín ya era grande con o sin nombramiento, pues su fama le precede.

¿Las buenas ideas se sujetan con el cachirulo bien apretado?

- Las ideas, buenas o malas, hay que dejar que fluyan sin apretarlas demasiado pues podrían ahogarse y morir, aunque a veces las ideas amplias en cerebros estrechos son un peligro. El cachirulo, apretarlo para que contenga el sudor cuando se lleven a cabo esas ideas.