Sociedad

LA ENTREVISTA

Ana Ballabriga y David Zaplana: "Mezclamos la parte más romántica con un misterio por resolver"

El dúo de escritores se sumerge en el misterio romántico con su última novela "Soy Rose Black"

Ana Ballabriga y David Zaplana: "Mezclamos la parte más romántica con un misterio por resolver"
Ana Ballabriga y David Zaplana: "Mezclamos la parte más romántica con un misterio por resolver"
S.E.

HUESCA.- Ana Ballabriga y David Zaplana cambian de registro literario y se introducen en el misterio romántico en Soy Rose Black, (Ediciones Versátil) última novela del dúo de escritores formado por el ingeniero murciano y la psicóloga de Candasnos. Hasta ahora habían cultivado sobre todo el género negro, y aquí se mezclan "las investigaciones de una detective que inicia su andadura y su parte más privada, que incluye a sus amigas y relación de pareja". Su propia vida encierra un misterio, ya que "su novio, Alex, desapareció veinte años atrás sin dejar rastro y nadie volvió a saber de él. Es algo que le lastra mucho y le pesa a nivel emocional".

Con esta obra han querido hacer "una novela más ligera, en la que se mezcla la parte más romántica y un misterio por resolver. Al principio parece que la investigación es muy sencilla, porque el encargo que recibe es el de una mujer que quiere saber si su marido le es infiel, pero todo se va complicando bastante, para desespero de Rose, que se ve envuelta en una trama que no esperaba y para la que tampoco está preparada".

Aunque la literatura con tintes románticos suele asociarse con el público femenino, Ballabriga considera que "los sentimientos son comunes a hombres y mujeres". El libro se centra también en el hecho de cumplir cuarenta años, "una etapa de la vida en la que te planteas muchas cosas, seas hombre o mujer".

No faltan cuestiones como tener hijos o no. "Si eres madre, cómo gestionas el tiempo del trabajo y de los hijos; si no lo eres, cómo la sociedad pone la lupa sobre ti porque no has tenido hijos. Nos interesaba también porque los que tenemos ahora entre cuarenta y cincuenta años somos los hijos del "baby boom" de los setenta. Ha habido muchos fenómenos que se han producido ahí, y están de fondo en la novela".

La intención de los autores ha sido ante todo "hacer una novela divertida, que también vaya a los sentimientos". Su principal interés, en esta y el resto de sus producciones, es "que la gente lo pase bien leyendo la novela. Y si te llevas algo más, aparte de un rato divertido, pues genial". La metaliteratura también tiene presencia, ya que una de las amigas de la protagonista decide en un momento de la historia escribir novela romántica.

Este y otros aspectos continuarán en una saga de la que ya están escribiendo la segunda entrega. Los autores disfrutan siempre en su realización, y Ballabriga asegura que en esta lo ha hecho especialmente y le ha permitido vivir nuevas experiencias a través de su protagonista. "Son temas que nos apetece tratar de una manera muy ligera. Ha sido un divertimento porque yo salgo muy poco. Para mí, ir con Rose al Sugar, imaginar estar con ellas tomando mojitos ha sido muy divertido, como vivir una vida social que no tengo", bromea. Tras La paradoja del bibliotecario ciego, en la que todos los personajes eran víctimas y verdugos, llega una novela más ligera, pero que habla sobre cuestiones que importan.