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José María Santolaria puso en marcha la tele de Barbastro "con muchas ganas y pocos medios"

Este "todoterreno" ha sido en 62 años monaguillo, repartidor de zapatos, camarero, aprendiz de "proyectista" de cine, ha trabajado en Auxini y en Moulinex, fundó Canal 52 TV...

José María Santolaria puso en marcha la tele de Barbastro "con muchas ganas y pocos medios"
José María Santolaria puso en marcha la tele de Barbastro "con muchas ganas y pocos medios"
A.H.

La prejubilación laboral de José María Santolaria, "Mortadelo", es casi noticia en la ciudad y en la comarca, donde la sombra del fundador de Canal 25 Televisión Barbastro es muy alargada, en el ámbito de la incuestionable "vocación de trabajo multidisciplinar", de la que se ha beneficiado la sociedad. Hace poco tiempo que no acude al trabajo diario en el Centro de Congresos, pero no asume "estar ocioso".

Y es que en 62 años ha hecho de casi todo: monaguillo en los Misioneros, repartidor de zapatos en Calzados Barón, camarero en el Bar La Paz y en la cafetería Argensola, en cuyo cine fue aprendiz de "proyectista" en cabina, trabajó en Auxini, dos años en Moulinex y estuvo entre los primeros voluntarios de Protección Civil, amén de otras dedicaciones personales, compartidas con su mujer Rosi. Antes en la Uned y después en el Centro de Congresos, se convirtió en trabajador "todoterreno", sin reloj, con paciencia a prueba de bomba y muy buen carácter.

Hace 35 años (1984) su gran iniciativa fue poner en marcha la Televisión Local en plan de aventura, "sin tener un duro, con muchas ganas y pocos medios". En aquella etapa lejana fue uno de los mayores "piratas" locales consentidos con retransmisiones "alegales" de partidos de fútbol y películas en franjas horarias de media noche. Hasta que el Ayuntamiento asumió la municipalización de Canal 25, "dos veces cerrado y recuperado gracias a la respuesta social con recogida de miles de firmas, los buenos oficios del gobernador y alcaldes hicieron viable la continuidad".

José Mari no reniega del apelativo "Mortadelo", "no me ha sentado mal nunca desde que me lo pusieron en la cafetería Argensola por mi afición a leer el Mortadelo. Se notaba mucho y se le ocurrió a Domingo Gállego, que era el responsable de la barra. Así seguimos hasta hoy. La prejubilación ha llegado y Canal 25 seguirá mientras el cuerpo aguante en tareas de colaborador porque el peso específico lo lleva Julio Díaz".

En su vida laboral, con más de 40 años desde que se gastó los primeros "cinco duros" en un invento electrónico de 125 voltios "que no terminó en desastre por casualidad", consta que trabajó en el Hospital y que echó muchas "manos" en otros lugares, entre ellos la Residencia de la Tercera Edad. "Recuerdo llegar de Huesca cuando trabajé en la construcción del edificio de la DPH y enganchar, a las siete de la tarde, con mis primos (Escala) en el montaje de equipos de sonido, vídeos y antenas. En aquellos tiempos, mis jornadas eran más largas de las habituales".

De su larga trayectoria en Televisión Local recuerda "las primeras locuras con Daniel Rivera, que estaba en la Uned, y Pedro Gabarre (fallecido), que eran buenos amigos. En principio, el proyecto no salió adelante como se pensaba pero me quedé en espera del momento oportuno. En esta Televisión hemos hecho de casi todo y nos ha pasado de casi todo, también. Las emisiones eran libres vía satélite y buena parte del dinero que gané en las obras del canal, en Auxini, lo invertí en la compra del primer equipo. Además, mucho material de Teleferma lo aproveché, con autorización, para sacar adelante la Televisión gracias a colaboradores entre los que estás. Hasta que el Ayuntamiento entró en 1995 con licencia municipal y tuvimos emisiones más periódicas en fines de semana, con programación más local. Ahora emite cada día y nos metemos hasta la cocina".

"MÁS PETICIONES SOCIALES QUE PRESIONES POLÍTICAS"

Una de las claves esenciales para "aguantar" mientras otras televisiones locales se quedaron por el camino, ha sido "la paciencia y tener un grupo de colaboradores voluntarios asiduos, muchos ya no están pero seguimos desde que tenemos licencia municipal. Hoy una televisión de gestión privada, al menos en mi caso, sería imposible". En realidad -aunque no lo dice- en etapas anteriores le costó muchos dineros y recursos propios de una familia de trabajadores.

Reconoce que "en tantos años he tenido más peticiones sociales que presiones políticas porque nunca han intervenido en el funcionamiento y hasta ahora no me han impuesto nada. Las ruedas de prensa se dan íntegras, sin recortes de nadie, y lo mismo las entrevistas y opiniones, por no hablar de los Plenos municipales en directo (ordinarios) y diferidos (extras), donde no existe censura". Tiene clara la línea de continuidad "mientras el cuerpo aguante, mi mujer (Rosi) lo permita y tengamos recursos viables. En realidad estamos al servicio de los ciudadanos, extensible a las localidades de la comarca".

En tantos años ha tenido el refrendo social y ha acumulado pañoletas y placas; "el último reconocimiento ha sido de Montañeros de Aragón, que me entregó el Piolet de oro; antes Peña El Portal (2016) y Los Gaiteros del Somontano, la primera Placa de Honor en Peña Ferranca, a comienzos de los años 90, por mi labor de difusión de la Televisión Local. En tantos años he tenido suerte de contar con buenos colaboradores y gente que me han dejado trabajar a mis anchas. Tiene mérito que, encima, me lo reconozcan".

A estas alturas, aún tiene "un par de ideas para mejorar la programación, aunque dependerá del apoyo institucional para mantener programas como el Informativo Diocesano y programas de la Uned. Me gustaría recuperar nuevas grabaciones de Montañeros de Aragón, entre otros".

Lo dicho, incombustible.