Sociedad

GASTRONOMÍA

Anthony Audebaud prepara en Huesca ricos dulces con productos de la tierra

El asesor culinario del Restaurante Aponiente impartió un taller en la Escuela de Hostelería

Anthony Audebaud prepara en Huesca ricos dulces con productos de la tierra
Anthony Audebaud prepara en Huesca ricos dulces con productos de la tierra
P.S.

HUESCA.- Postres de restaurante con productos de temporada de la tierra aragonesa. Este es el título que Anthony Audebaud eligió para el taller que impartió en la tarde de este martes en la Escuela de Hostelería de Huesca, dentro de los Talleres de Gastronomía Huesca, la Magia de la Gastronomía 2018-2019, organizados por la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca.

Antes de comenzar la sesión, Anthony Audebaud, actualmente asesor culinario del Restaurante Aponiente, en el Puerto de Santamaría, de Ángel León (3 estrellas Michelin), dijo a este diario que su objetivo este martes tarde era, "básicamente, poner en valor algunos productos de la tierra aragonesa como puede ser la trufa que es de temporada, la avellana, el azafrán o la alcaparra, y todo esto en un mundo adaptado a lo dulce".

Anunció, así mismo, que pretendía plantear "cosas con un mensaje entendible para la gente", que -añadió- "vengo a lucirme con los productos, no vengo a lucirme yo. Me interesa que la gente pueda disfrutar durante estas tres horas de un punto de vista diferente a lo que están acostumbrados a ver o trabajar. Básicamente, todo muy natural también, lo más cercano a la tierra".

Valoró este experto en Pastelería y Panadería que los postres hayan ganado importancia en los últimos años en el mundo de la gastronomía, aunque precisó: "Ante todo, nuestro oficio ha cambiado muchísimo, ha evolucionado mucho con toda la información que podemos llegar a tener a día de hoy, vía internet... La cocina ha evolucionado y hemos dejado de malalimentarnos y nos hemos dado cuenta de que, al final, si algo tenemos todos en común es que comemos y que nos gusta comer, y el cocinero ha pasado de ser una persona analfabeta a ser alguien de moda".

Con 14 años, Anthony Audebaud decidió ir "al Instituto Profesional para aprender a cocinar, y al final, por suerte, encontré allí mi vocación". Un cambio de rumbo que no fue entendido por, entre otros, la directora de su colegio, sus amigos... "No lo entendían, pero todo esto ha cambiado mucho".

Ahora, con 37 años, comprueba con satisfacción "que la gente hace pasteles y panes en casa; muchos de ellos porque se dan cuenta de que el sabor es distinto, porque les gusta saber qué ponen dentro, pero también hay un porcentaje que lo hacen porque es guay, está de moda cocinar".

Sobre su carrera, afirma que "no ha sido un camino fácil, para nada. Mi carrera es de siete años, más de 15 años de oficio y me ha ayudado la pasión que le tengo a este oficio y creer en mí. A partir de aquí, es muy sacrificado", a nivel de horarios, de perder horas con familiares y amigos. "Pero es uno de los oficios más bonitos del mundo porque en una cocina hay una química que no hay en otro sitio, y esto porque lo que se vive en una cocina es lo que uno genera, es decir, pura energía".

Al preguntarle si ha pensado pasarse a la cocina, dice: "En mi carrera he aprendido a cocinar, pero siempre me he dedicado a pastelería y panadería. Me gusta cocinar en casa, pero no en un restaurante, ya no llegaré a coger los mandos de los fogones. No se puede ser bueno en todo, hay que saber dedicarse a una cosa. Cocino bien, pero lo mío es lo dulce".

Vive en Barcelona desde hace 10 años y lleva 5 trabajando de asesor de pastelería. Por ejemplo, "he estado en Huesca con Carmelo, y hace un año estoy con Ángel León en Aponiente, llevando la carta de postres".