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Retos, objetivos y constancia, los referentes en la vida de Eduardo Puente

De niño destacó como deportista y hoy preside la Junta Gestora de la UD Barbastro

Retos, objetivos y constancia, los referentes en la vida de Eduardo Puente
Retos, objetivos y constancia, los referentes en la vida de Eduardo Puente
S.E.

Retos, objetivos y constancia son referentes en la vida de Eduardo Puente, que nació un día de invierno de 1952 en el Coso barbastrense. Cerca del colegio de los Escolapios donde comenzó con 4 años hasta 16 con bachillerato. Fue una etapa "maravillosa porque compaginé las enseñanzas con el deporte y quedé campeón provincial de Atletismo por equipos y de lanzamiento de disco con 13 años".

Sus condiciones no pasaron desapercibidas y un año después debutó como portero del Escolapios en Segunda Regional. Se le daba bien el baloncesto en la pista de "La Floresta". Por si fuera poco, con 17 años ganó el campeonato de natación en las piscinas de la antigua Cooperativa de Viviendas. "Entre estudios y deporte pasaba la mayor parte del tiempo con algún guateque en casa cuando mis padres no estaban".

En el recuerdo quedan referencias cotidianas, "el cine de los Escolapios, el carré del señor Sebastián (Manazas), los futbolines del abuelo... En la placeta de Escolapios, recuerdo la enigmática mujereta sentada en el banco de piedra que vendía chucherías y litones en un capazo". Tiempos "abiertos para los primeros enamoramientos, no exentos de declaraciones amorosas a las alumnas de San Vicente, vecinas de Escolapios, y de la escuela de Doña Clara".

En verano, playas de "Melinguera" y "Puntaflecha" en el río Vero y con 15 años, primer viaje de estudios con itinerario por "sanfermines", Madrid, Toledo, Segovia, Valencia y Barcelona. Nueva etapa con la mirada puesta en la Banca, "eso de trabajar días y festivos en el bar de mis padres, La Dalia, no me seducía así que opté por las oposiciones y mi primer destino fue Barcelona, con 18 años, en el departamento de extranjero que me sonaba a chino".

La propuesta de traslado a Barbastro fue decisiva, "me curtí en todos los puestos desde oficial hasta director con más de 30 años de trayectoria. Ya no me moví de casa". Fue miembro de la Junta Directiva de la SMA e hizo la mili en Sáhara antes de la Marcha Verde. Tiempo para casarse con 25 años, formar familia con dos hijos y ahora, abuelo de Alba y Pablo.

Además, dos hijas a las que acogieron en familia a través de la Asociación Asistencia a la Infancia que preside. El carácter inquieto le llevó al Consejo Rector de Gas Barbastro. La afición al fútbol y su vocación de trabajador entusiasta le guiaron a presidir la Junta Gestora de la UD Barbastro que en cuatro años ha pasado de la inquietud al ascenso a Tercera División.