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Miguel Albertín: "La charanga es como mi segunda familia y sin ella mi juventud habría sido distinta"

"Cuando toco, solo pienso en animar a la gente y disfrutar", asegura

Miguel Albertín: "La charanga es como mi segunda familia y sin ella mi juventud habría sido distinta"
Miguel Albertín: "La charanga es como mi segunda familia y sin ella mi juventud habría sido distinta"
R.G.

¿Qué cualidades debe tener un miembro de una charanga?

-Tiene que ser una persona animada, que sepa transmitir la fiesta. Debe tener mucha ilusión desde el primer momento hasta el día que se retire.

¿De dónde saca el buen humor y las ganas de fiesta que le caracterizan?

-Puedo estar de bajón o tener un día triste, pero siempre que cojo la caja, la trompeta o el saxofón, las cosas se quedan a un lado y solo piensas en sacar el trabajo adelante, animar a la gente y disfrutar tanto tú como el público.

¿Qué supuso para Os Mozés ganar el concurso de Poza de la Sal (Burgos) en mayo?

-El premio fue algo inesperado, dado que había charangas de un grandísimo nivel y de casi todas las comunidades. Veníamos del Primer Viernes de Mayo, fuimos a darlo todo y tuvimos la suerte de ganar.

¿Pesa mucho la etiqueta de mejor charanga nacional?

-Cuando nos dieron los premios, eran algo que ni me lo creía. Ahora, te vas dando cuenta y habrá que empezar a creérselo.

¿Qué parte de culpa tiene la Banda de Música Santa Orosia?

-Fue el lugar donde nos conocimos, porque todos tocábamos instrumentos. Su director, Rafael Mayayo, nos metió en la banda y fuimos haciendo un feeling especial hasta que decidimos crear la charanga en 2012. A la banda hay que agradecerle todo, porque nos han dejado ensayar en el local y ahí tenemos los premios de Poza de la Sal.

Tras este éxito, ¿cuál es el reto?

-Seguir quedando igual de bien que hasta ahora y continuar con las mismas ganas para desarrollar este proyecto los años que dure.

¿Qué papel juega la música en su vida?

-Uno muy importante, porque desde pequeñito mis padres me apuntaron a la Escuela de Música. He tocado el saxo con Rafa Mayayo y me apunté a percusión con Rubén Isla. He estado en todas las agrupaciones: la Big Band, la Camerata, la Banda Juvenil, la Banda Municipal, el grupo Alto Aragón, la charanga Os Mozés, la banda de la cofradía de la Soledad... Ahora, estamos grabando un disco con el grupo Miércoles de Cecina. He hecho fútbol, tenis, natación..., pero la música es lo que queda y lo que más me gusta.

¿Cómo se define como percusionista?

-Un poco alocado, pero con las cosas claras. Hay que saber desenvolverse con el instrumento y adaptarse al conjunto, porque no puede destacar uno más que otro.

Si sufriese una lesión, ¿cómo se las apañaría?

-Me buscaría cualquier manera de tocar. Muchas veces he pensado que si me rompo una pierna, no puedo tocar la charanga y busco alternativas. Me pondría una silla de ruedas y contrataría a uno para que tirara de la silla. Por suerte, nunca he tenido lesiones graves.

Este fin de semana acuden a los Sanfermines.

-Julio es bastante flojo para la charanga, porque en los pueblos no hay muchas fiestas. El sábado estaremos en Castiello de Jaca y el domingo iremos a Pamplona con la peña Mutilzarra. Nos hace mucha ilusión. Ya hemos tocado en Pilares, pero los Sanfermines son palabras mayores. Es una de las mejores fiestas de España y no suelen verse charangas aragonesas.

¿Cuántos bolos tienen previstos este verano?

-En torno a 90 o 100. Cada uno hace sus bolos individuales, pero lo primordial es la charanga, que siempre está presente y es a lo que dedicamos más tiempo.

En las recientes fiestas de Jaca, recibieron un homenaje de la peña Charumba.

-Su presidente, Carlos Trobajo nos pidió una foto para hacer un cartel grande y me olía que iba a ser la pancarta. Aparte, nos hizo camisetas y puso lo de "mejor charanga nacional". Nos gustó mucho el homenaje, porque llevamos 6 años tocando con la peña y siempre nos han tratado muy bien, pero igual no se había visto reconocido el trabajo de unos chavales de Jaca que tocan en una charanga. Ahora, la gente mira a la charanga Os Mozés con otros ojos.

¿Cómo es DJ Albertín?

-Soy más animador que DJ. Lo que intento transmitir con la discomóvil es ganas y buen rollo. Empecé a ser DJ yendo con la charanga a fiestas en las que había gente muy pasota y con pocas ganas. Para tener que irme de un sitio porque me aburro, prefiero montar una discomóvil o ir de DJ para animar la fiesta y que la gente disfrute.

Las actuaciones con la charanga las compagina trabajando en el bar Camelot.

-Sí, durante el invierno y la primavera trabajo ahí. Es muy completo, con terraza y bar interno. Es acogedor y tratan a la gente lo mejor posible. Hay otros pubs muy completos en Jaca, como Dublín o Sansanet. Cada uno tiene su encanto. Al final, el Camelot es para gente más joven, más de locura y de pasarlo bien, que es lo que a mí me gusta.

Tres cosas a la que no está dispuesto a renunciar.

-Mi familia, que siempre ha estado ahí. Estamos muy unidos y me apoyan en todo. La charanga, que es mi segunda familia y sin ella, mi juventud no habría sido la misma. Llevamos casi 8 años juntos desde que la formamos con Andrés Valera con 13 años y ahora somos 11 músicos. Y lo tercero, que nunca me falten las ganas de fiesta, de cumplir al día siguiente y disfrutar con la gente cercana y los amigos.

¿Cómo le gustaría ser recordado?

-No me gusta pensar en el futuro, porque entonces no estaremos. Cada uno te recordará como quiera. El que me haya conocido me recordará como un tío alegre. Hay gente que no te conoce, habla sin saber y dice barbaridades. Las críticas, al final, hacen que te crezcas, porque si te critican es que estás ahí y hay un poco de envidia.