Sociedad

PROGRAMA DE ACOGIDA

Los oscenses abren sus corazones y casas para recibir 53 sonrisas

Los niños y niñas saharauis que participan en el programa Vacaciones en paz llegan al Alto Aragón par pasar el verano

Los oscenses abren sus corazones y casas para recibir 53 sonrisas
Los oscenses abren sus corazones y casas para recibir 53 sonrisas
P.S.

HUESCA.- Emoción y nervios. Ilusión e impaciencia. Lágrimas, de felicidad y también de miedo a lo desconocido. Sentimientos encontrados eran los que se han vivido este lunes en el salón de actos del Centro Cívico Santiago Escartín Otín de Huesca, con la llegada de los 53 niños y niñas saharauis, cinco de ellos con discapacidad, para pasar sus Vacaciones en paz.

En la mayoría de los casos repetían, igual ellos que las familias de acogida, y en otros la experiencia era nueva por ambas partes, pero en todos había muchas ganas de compartir un verano especial, en el que los altoaragoneses "abren sus corazones y las puertas de sus casas para hacer sentir a estos niños que son un miembro más" y, sobre todo, "sentirse queridos".

Con esta palabrasha agradecido Sidahmed Darbal, delegado del Frente Polisario en Aragón, la implicación de las familias de altoaragonesas, a las que definió como "el alma del proyecto Vacaciones en paz".

Lo cierto es que el salón de actos del Centro Cívico se ha quedado pequeño para este recibimiento, que estaba previsto para el pasado 26 de junio, pero que problemas burocráticos con los pasaportes retrasó hasta este lunes.

Marisa Lasierra, presidenta de la Asociación Alouda (Amigos del pueblo saharaui en el Alto Aragón) dio la bienvenida a todos, y lo ha hecho acompañada de Darbal y Rosa Serrano, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca. Lasierra ha tenido un recuerdo para las familias saharauis "que nos ceden el mayor tesoro de su casa: a sus hijos", así como para las que los acogen, el Frente Polisario por hacerlo posible y todas las instituciones que contribuyen a ello.

De cinco en cinco, los niños y niñas han subido al escenario, lo mismo que sus respectivas familias, que en muchos casos han acudido con sus propios hijos a recibirles y a darles una bienvenida calurosa entre abrazos, besos y sonrisas.

Planes agolpándose en las cabezas, ganas de disfrutar y compartir días de diversión, de buenos momentos y de alegría, revisiones médicas que les permitan afrontar con todas la garantías su vuelta a casa, y dos jornadas de convivencia en la que se juntarán todos de nuevo, son las credenciales con las que afrontar varias semanas de Vacaciones en paz, en la que dar y recibir son la mejor recompensa para quienes vienen y para los que abren sus corazones y casas.

Como decía Mercedes a este periódico, "la compensación es mutua para ambas partes. Estos niños nos enseñan mucho. y el pueblo saharaui es digno de admiración". Ella acogió por primera vez en 1995, "cuando venían solo un mes", repitió al año siguiente, pero tuvo que dejar de hacerlo cuando las estancias se prolongaron dos meses. Este año ha retomado esta experiencia y lo ha hecho el mismo día en el que se jubilaba, y en el queha recibido "el mejor regalo", una niña saharaui con la que pasar el verano.

Lo mismo que los cinco niños con discapacidad que repartirán sus días entre Huesca, con Aspace, Martillué, con Atades, e Isín, con la Fundación Benito Ardid, a cuyos voluntarios Marisa Lasierra les agradeció "que regalen su tiempo para atenderles en estas instituciones".

Sidahmed Darbal, por su parte, ha ensalzado el trabajo que Alouda hace durante todo el año para que se cumpla este sueño, que se traduce en que la provincia de Huesca recibe "al 40 % de los niños que vienen a Aragón".

"Revisarse médicamente, divertirse y descubrir que hay un mundo más allá de las fronteras" es una forma de abriles los ojos a estos chavales "que viven en tiendas de campaña, que comparten el material escolar" y, lo que es todavía más grave, "que se les han arrebatado unos derechos" que, de alguna manera recuperar los dos meses que pasan aquí. El delegado del Frente Polisario ha recordado que estos 53 niños y niñas "son el reflejo, la lectura de un pueblo que está en el exilio y que este año está peor que el pasado", y afirmó que, aunque la situación que viven es una "roca, a los saharauis nunca les ha parado nada, y en un futuro estos niños tendrán su país".

Ese deseo lo han compartido los presentes, porque como ha dicho Rosa Serrano, entre todos "tenemos que devolver los derechos y libertad a este pueblo". Pero mientras eso llega, en Huesca "los brazos y corazones están abiertos" para que las sonrisas sean el reflejo de unas Vacaciones en paz.