Irene Aguilá: "El protocolo tendría que enseñarse en los colegios para inculcar las formas"

HUESCA.- "Muchas veces pensamos que el protocolo es algo del año catapún porque cuando oyes hablar de él nos vienen a la cabeza los reyes del siglo XVI o XVII, pero creo que es algo fundamental que tendría que enseñarse en los colegios para inculcar la importancia de las formas".

Así lo asegura Irene Aguilá, profesora titular de la Universidad de Zaragoza que dirige el curso de verano Protocolo y disciplinas afines que se imparte del 15 al 19 de este mes en la Residencia Universitaria de Jaca.

Este ciclo forma parte de los Cursos Extraordinarios de la Universidad de Zaragoza, comenta la docente, que añade que esta formación es una de las más veteranas, ya que se imparte desde el año 2006.

A lo largo de 35 horas lectivas, repartidas en mañana y tarde, el curso Protocolo y disciplinas afines ofrece una intensa semana en la que unos 15 alumnos aprenderán en las sesiones impartidas por "profesores de primer nivel".

"Contamos con los jefes de protocolo de las instituciones y me atrevo a decir que es un curso de lujo", indica Aguilá, que valora que la iniciativa cuenta con grandes especialistas.

Así, añade que el objetivo del curso es que quienes no saben nada puedan aprender cuestiones como "qué es protocolo, qué es ceremonial, qué es etiqueta y también que hay un montón de disciplinas en torno a estos ámbitos que pueden ayudar a organizar bien las cosas y a interpretar las situaciones, las imágenes o las noticias".

Desde este punto, explica que el protocolo tiene un componente bastante visual, "desde la colocación de las personas en el espacio y todos los elementos que pueden ayudar a transmitir un mensaje, como puede ser una bandera".

Detalla que el curso posee una asignatura sobre indumentaria y etiqueta en la mesa, "donde los alumnos pueden aprender un montón de cosas útiles, cuestiones básicas que luego van a poder emplear en su día a día a distintos niveles".

En cuanto a los conceptos más actuales del protocolo indica que abarca aspectos como "cómo se debe recibir a un jefe de Estado o simplemente, si se trata de un acto de empresa, cómo hay que disponer la mesa de la presidencia".

En la categoría más cotidiana del protocolo valora que puede ayudar a distribuir una mesa para que los invitados a una cena en casa se sientan a gusto.

"Son cuestiones a muchos niveles que a veces se desconocen. Pero este curso de verano es como un botón de muestra", comenta la profesora, que indica que la Universidad de Zaragoza dispone de un estudio propio en esta materia, un ciclo sobre Protocolo ceremonial y organización de eventos. Aguilá concluye diciendo que "el protocolo es el deseo de hacer algo con orden", aspecto al que suma otras cuestiones como "el ceremonial de un acto centrado en elementos como un ejemplar de la Constitución en una toma de posesión o, en caso de protocolo universitario, los guantes de doctor o un birrete".