Pedro Durán: "El arte de equilibrar piedras es una filosofía de vida que me da paz"

GRAUS.- Pedro Durán es uno de los referentes en el arte de equilibrar piedras a nivel internacional como demostró imponiéndose en el 4º Campeonato de Piedras en equilibrio organizado por la asociación grausina Ramiro I en Graus. Este artista gaditano, que impresionó con sus exhibiciones, consideró esta disciplina "una filosofía de vida que aporta paz" y la recomendó, especialmente, para los niños.

"El arte de equilibrar piedras es algo milenario. Es una filosofía de vida que me da mucha paz y que me gusta compartir con eventos y en las redes. Se trata de utilizar la meditación con elementos de la naturaleza", resumió a orillas del Ésera.

"El "Land art" -recordó- data de finales de los años 60. Entonces, mucha gente creó arte en la naturaleza fotografiándolo para inmortalizarlo porque era efímero. Luego se perdió y, hace unos pocos años, se retomó", dijo ensalzando la espiritualidad que genera. "Da paz crear arte en la naturaleza. Lo más importante es que ese bienestar te queda a ti siempre y es muy beneficioso para los niños que deberían jugar en la naturaleza con esa creatividad en lugar de estar frente a las pantallas".

En este sentido, recordó un taller al que asistió un niño hiperactivo. "Sus padres no podían creer que se hubiera estado una hora quieto creando un puzzle con piedras".

Durán se mostró sorprendido porque haya surgido este campeonato en Graus cuando este arte se retomó hace escasos cinco años. "No creo que sea casualidad que el campeonato lleve 4 años, que es lo que lleva el de Estados Unidos. No sé como Ángel -en alusión al presidente de Ramiro I, Ángel Aventín- se introdujo en esta disciplina y la popularizó aquí en Graus cuando apenas había llegado a España".

De momento, además de la cita grausina, solo existen dos eventos de este tipo a nivel mundial. "Se está haciendo un campeonato europeo en Escocia, una vez al año, donde no son solo equilibrios, también hay mandalas y otros elementos. Y el segundo en Texas (EEUU). Allí cada vez son más miles de personas, gente de todo el mundo, y va a más", consideró dadas las características de esta disciplina.

Pedro Durán se quedó encantado con las orillas del Ésera y el trato de Aventín y el resto de aficionados que quedaron prendados con su trabajo. "Es verdad que el público que me ve trabajar se queda como hipnotizado, que una piedra quede un punto de equilibrio tan pequeño impacta. Las técnicas que utilizo varían. e igual que hoy tenía pensado hacer dos estructuras diferentes, una con un mínimo punto de contacto y otra diferente, una escultura caída, a veces llevo con claridad la idea y otras me dejo llevar aunque no es fácil conectar con uno mismo".

Para crear, el entorno es fundamental, a media tarde en los ríos y al atardecer a orillas del mar. "Me gusta un lugar que transmita paz. Me relaja el sonido del agua" y, aunque la exhibiciones en Graus fueron un éxito, prefiere la soledad para trabajar, aunque espera regresar al Ésera.