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Gonzalo Hernández: "Me emociono con San Lorenzo y si veo unos fuegos bonitos aún más"

En 1976 fundó Pirotecnia Oscense, que está expandida por toda Europa

Gonzalo Hernández: "Me emociono con San Lorenzo y si veo unos fuegos bonitos aún más"
Gonzalo Hernández: "Me emociono con San Lorenzo y si veo unos fuegos bonitos aún más"
P.S.

EL MOMENTO menos esperado de unas fiestas siempre son los fuegos artificiales, anunciadores del final de los festejos mayores a base de luces y bombardeos. Sin embargo, es uno de los actos más bonitos y resistentes en nuestra memoria al paso del tiempo. A pesar del cansancio ocasionado por los días de jolgorio, siempre es posible recordar desde dónde -y con quién- se vio el lanzamiento de estos proyectiles luminosos en años anteriores.

Desde hace décadas, Gonzalo Hernández es el encargado de organizar el último acto de muchas festividades locales, entre las que destacan las de Huesca. Ahora, ya jubilado, ve "los toros desde la barrera", pero Pirotecnia Oscense S. A., empresa que fundó en 1976, sigue siendo la encargada de ejecutar los fuegos artificiales el último día de San Lorenzo.

Antes de crear la empresa, Gonzalo fue pintor y más tarde decorador en Bolea, hasta que un día de 1976, su amigo Antonio, trabajador de la Pirotecnia San Lorenzo, le dio la idea de montar la compañía, pues la otra acababa de cerrar. Debido a los permisos que necesitaban para poder producir material explosivo, no pudieron comenzar a elaborar sus propios productos hasta dos años más tarde.

"Yo empecé de comercial, hablando con ayuntamientos, y mis socios se dedicaban a la fábrica", comenta Hernández, dueño de la empresa que experimentó una gran expansión y que hoy en día distribuye material por distintos países de Europa. Además, esta compañía cuenta con una fábrica en Polonia, lo que le facilita la comercialización con Alemania, Rusia y distintos países del este. Gonzalo Hernández ha vivido la evolución de la industria pirotécnica, y ha notado su mayor cambio en el entorno legislativo y burocrático.

La legislación ha cambiado "a peor" desde que inició su andadura en la pirotecnia, según considera. "En general, ha ido a peor. Es un sinfín de pedir permisos y licencias, y esto es una fábrica que durante 50 años solo ha tenido un accidente y no fue culpa nuestra", asegura, quejoso por el "exceso burocrático que ralentiza las operaciones; mero papeleo que dificulta las gestiones empresariales".

Con esta mayor severidad legislativa por parte de las Instituciones que competen en el terreno pirotécnico se pretende que exista una mayor seguridad en las celebraciones que incluyen este tipo de productos. Consecuentemente, los accidentes también han aminorado. No obstante, Gonzalo afirma que en su empresa "ya se hacían las cosas bien" antes del endurecimiento.

"La seguridad no ha mejorado, porque la seguridad la crea el empresario", defiende. Y cuenta que hace años tuvo que cancelar una actividad pirotécnica en un pueblo de Castilla-La Mancha, cerca de Talavera de la Reina, -a pesar de que la normativa le dejaba continuar- por la escasez de medidas de seguridad y la probabilidad de ocasionar un incendio en las cercanías, ante las discrepancias de los organizadores. Por ello justifica que las medidas de seguridad ya estaban antes de que las leyes actuaran en el panorama de la pirotecnia; es cosa del empresario llevar a cabo los actos de una forma adecuada.

"¿San Lorenzo? He nacido aquí, ¿cómo lo voy a vivir?" Para Gonzalo Hernández las fiestas de San Lorenzo siempre han sido algo especial y emocionante, aunque algunos años, por temas laborales, no ha podido estar presente. "Puedo contar que yo he estado en Bélgica o en Alemania y he oído el chupinazo por teléfono gracias a mis amigos. Te puedo asegurar que se me han saltado las lágrimas", comenta. Sin embargo, cuando está aquí dice que no va a ir a ningún lado porque acaba muy cansado, aunque acaba yendo "a todos lados".

A pesar de ello, hay cosas que no le acaban de parecer correctas. "Antes se pagaba para ir al baile, luego lo quitaron y ya no es lo mismo de antes", opina. El fundador de Pirotecnia Oscense S. A. es partidario de que se tenga que pagar para entrar a los actos y "que colabore todo el mundo para tener unas fiestas mejores, aunque sin tener que pagar 20 euros".

Además, piensa que si hicieran pagar se generarían nuevos puestos de empleo y una mayor riqueza para la ciudad de Huesca. "Poner un precio simbólico para entrar al baile, por ejemplo de 4 euros la entrada, mejoraría las arcas y se mejorarían las fiestas", sostiene el pirotécnico.

"Como pirotécnico me emociono con San Lorenzo. Y si veo unos fuegos bonitos aún me emociono más", sentencia el organizador de los fuegos artificiales que ponen el broche final a los días de las fiestas mayores en honor a San Lorenzo en la capital del Alto Aragón.