Sociedad

¿QUIÉN SOY?

José Miguel Navarro, amante de la naturaleza

Es autor de varias publicaciones y conocido divulgador de la cultura pirenaica

José Miguel Navarro, amante de la naturaleza
José Miguel Navarro, amante de la naturaleza
S.E.

BIESCAS.- José Miguel Navarro es de Sabiñánigo y desde hace más de veinte años vive en la vecina Biescas. Es autor de varias publicaciones sobre naturaleza, etnología y conocido divulgador de la cultura pirenaica. Desde pequeño sus padres le contagiaron su pasión por la montaña. "Nunca me han gustado los deportes de equipo. Mi ilusión era que mi padre me llevara al monte, pasear, ver los árboles, las plantas,... La afición me viene de allí".

José Miguel Navarro es una persona inquieta. "No puedo estar parado y a mí me llaman la atención muchas cosas y trato de saber de ellas".

Esa inquietud le ha llevado a colaborar en las actividades que se organizan en Biescas. "En cierto modo me siento en la obligación de devolver en parte lo que Biescas me ha dado. Aquí tengo mi familia, mi trabajo y me han dado la oportunidad de desarrollarme".

De todas las publicaciones en las que ha participado o ha escrito, se queda con tres de ellas: La primera que escribió, que fue sobre medicina tradicional, otra sería Geografía Medieval de Serrablo y la tercera el Diccionario de Signos, Símbolos y Personajes Míticos y Legendarios del Pirineo, que es la más reciente.

No solo ha escrito y escribe libros, también son frecuentes sus colaboraciones en revistas. "Soy una persona altruista por naturaleza". Dentro de su bagaje, conoce como nadie la historia y el devenir de cada una de las conocidas Iglesias de Serrablo. De su conjunto, si tuviera que elegir una, se quedaría con la ermita de San Juan de Busa, porque asegura que, aun hoy, "me sigue sorprendiendo".

Ahora su reto lo tiene puesto en "365 miradas al Pirineo", un libro que recogerá la visión de 365 personas sobre el Pirineo "porque este territorio admite tantas miradas como ojos se fijen en él y tantas visiones como personas".

José Miguel Navarro pone su pasión en todo lo que hace, conoce la flora y fauna del Pirineo, su patrimonio, el secreto de las piedras, las historias de brujas, de cuentos y leyendas, y si algo le llama la atención no para hasta penetrar en su ser.

Dice que los signos, símbolos, que se encuentran en las piedras grabados en el tiempo guardan secretos de los antepasados. "A mí todo eso me atrae mucho. El reto no solo es saber interpretar esos signos para ver qué pensaban aquellas gentes, sino también en descubrir cómo era su vida. Un recorrido por un pueblo tratando de interpretar lo que quieren decir las piedras me resulta muy interesante".