Sociedad

COSAS DE CASA

El Belén Viviente de Estadilla ya tiene 10 años

Se ha convertido en el más grande de Aragón con 250 figurantes para recrear cerca de 70 escenas del Nuevo Testamento

El Belén Viviente de Estadilla ya tiene 10 años
El Belén Viviente de Estadilla ya tiene 10 años
Á.H.

La implicación vecinal destaca entre los aspectos importantes, por decisivos, que han hecho posible diez años de trayectoria continuada del Belén Viviente en Estadilla, que se ha convertido en el más grande de Aragón con 250 figurantes para recrear cerca de 70 escenas del Nuevo Testamento que se distribuyen en 3.000 metros cuadrados de superficie entre el callejón Los Corrales.

Eva Mur, presidenta de la asociación cultural L"Algareta, recuerda los comienzos espontáneos en el año 2009. "Marta Ardanuy tuvo la idea y con un mes de antelación nos liamos la manta a la cabeza sin tener medios ni recursos, nada, solo buena voluntad y muchas ganas de algo novedoso, inédito en el Somontano. Los primeros años fueron muy duros".

Una vez superado el "alucine inicial", Marta y Eva se pusieron a trabajar con poco tiempo. "Casa por casa buscamos telas de colchones, cortinas viejas, retales y cubiertas para vestimentas, nos dejaron utensilios, tapamos paredes con mantas de coger olivas, inventamos decorados y pedimos voluntarios. Partimos de cero en todo salvo en ideas. El Ayuntamiento que presidía Jaime Facerías colaboró con medios y ayudas que han seguido después con las alcaldesas Carmen Sahún y Pilar Lleyda", rememora.

En el primer año se implicaron L"Aurora y Asociación de Cabezas de Familia; hoy ayudan trece empresas y comercios, aunque Eva explica que "el voluntariado de vecinos fue esencial para sacar adelante el belén, el primer año con 80 figurantes que llevaron el peso escénico. A partir del segundo, con 116 personas y ahora somos 250 de tres generaciones, desde Álex que debutó de Niño Jesús el año pasado y tiene 15 meses hasta el veterano Olegerio Chesa que ha cumplido 94 años y ejerce de abuelo con nietos en la escena de siempre".

En líneas generales, los figurantes repiten escenas. "Cada año vuelven los vecinos y en esta ocasión se incorpora una familia que lleva poco tiempo en Estadilla y los cinco participan. El Belén Viviente es una seña de identidad característica que nos define por Navidad. La mirada retrospectiva de diez años se hace con mucha satisfacción, orgullo, alegría compartida por todos los vecinos, desde los figurantes, quienes se ocupan del montaje de escenas, hasta los que cuidan detalles, la disposición ha sido total. Está claro que el belén nos une a todos".

Anécdotas no faltan: "Con donativos del primer año pagamos la avería de una máquina de coser, en otro compramos un cañón de aire caliente y ahora reinvertimos los recursos en mejoras necesarias. Pasamos de una situación precaria a disponer de patrimonio etnográfico propio y seguimos adelante". Además, 1 euro de cada entrada se destina a fines solidarios con Aspanoa (2018) y Aspace Huesca (2019).

Las reproducciones de muros, arcos, puertas y portales realizados en los talleres de Julio Luzán son alicientes añadidos a las novedades de cada año para recrear casas locales, "El Ferrero", "El Candil", "El Jabonero", "El Gallo" y "El Barbero", entre otras. Al mismo tiempo, se recuerdan usos, costumbres y oficios como jardinero, candil, tellero, tixidera, esquiladó, zapatero, colchonero, posadero, jabonero, quesero, ferrero, escribano, alfarero, lavanderas, mercado, mondonguera, castañera, carnicera y similares.

La ambientación incluye leprosos, porteros, paseantes, legión romana, Reyes, ángel anunciador a cierta altura sobre el pesebre, paseantes, familias por la calle, se mantienen animales vivos como yeguas, vacas, corderos, gallos y gallinas. Se visita durante los días 27,28 y 29 de diciembre y al final del día 4 de enero de 2020, última jornada, es muy probable que se hayan rebasado 45.000 personas en diez años. Una cifra que refleja la trayectoria ascendente gracias al apoyo y la excelente disposición vecinal para convertir Estadilla en el Belén Viviente de Huesca. Eva lo define en pocas palabras: "Ha sido un esfuerzo titánico".