Sociedad

DOMINGO - OJO AVIZOR

“Producir más, proteger el planeta y preservar el medio rural, retos de Agricultura y Cambio Climático”

La X Jornada Institucional del Canal de Aragón y Cataluña expuso la trascendencia de cada gota de agua y cada acción para la sostenibilidad medioambiental y de la actividad

“Producir más, proteger el planeta y preservar el medio rural, retos de Agricultura y Cambio Climático”
“Producir más, proteger el planeta y preservar el medio rural, retos de Agricultura y Cambio Climático”
C.

BINÉFAR.- Agricultura y Cambio Climático son dos conceptos que interactúan en la dirección de la sostenibilidad del planeta, como quedó expuesto en la práctica totalidad de las intervenciones de la X Jornada Institucional de la Comunidad General de Riegos del Canal de Aragón y Cataluña. La interrelación ha de propiciar un equilibrio complejo y virtuoso, en permanente evolución, y es que no en vano concluyen dos necesidades imperiosas a la que se suma la demográfica del mantenimiento del medio rural: el incremento de la producción alimentaria para una población mundial en crecimiento y el control de las emisiones para que el ecosistema haga viable la coexistencia armónica de todas las especies, comenzando por la principal. No en vano, Félix Rodríguez de la Fuente tituló su mítico programa televisivo "El hombre y la Tierra" y no viceversa.

En el transcurso de la jornada, el propio presidente del Canal, José Luis Pérez, informó del proyecto en ejecución para la optimización del consumo energético, que a su entender debe ser un paradigma para la realización desde las administraciones de un gran plan nacional de reconversión energética del regadío, en el que favorecer la sostenibilidad, los costes para los regantes y los rendimientos. Pérez manifestó la consciencia de la directa relación entre el regadío y el cambio climático.

El propio presidente de Aragón, Javier Lambán, recalcó la importancia de un sector que demanda relevo generacional "para mantener viva la agricultura", por lo que aseguró una inversión de diez millones de euros para la incorporación de jóvenes a la actividad. Lambán expuso como paradigma al Canal de Aragón y Cataluña, que ha generado "riqueza, agricultura, servicios e industria", en definitiva, el progreso a través del agua de los regadíos.

LA TRINIDAD VIRTUOSA

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la oscense María Dolores Pascual, realizó una magnífica lectura con la que contextualizó cuanto se iba a tratar en la jornada de la que esperaba las reivindicaciones y preocupaciones de un sector tan importante como la agricultura y, dentro de él, el regadío. "Lo que no se cuenta no se conoce y no se aprecia. Y hay que partir de una doble realidad: la agricultura influye en el cambio climático y el cambio climático influye sobre la agricultura". Se apoyó, en este sentido, en el dato de la Agencia Europea de Medio Ambiente que atribuye a esta actividad el diez por ciento de la emisión de gases, y abundó en que el Acuerdo de París apela a ella para mitigar los efectos medioambientales.

María Dolores Pascual insistió en que el primario es uno de los colectivos concernidos por las medidas y estrategias para la reducción de gases de efecto invernadero, pero con realismo, porque las necesidades de la alimentación demandan un impulso a su trabajo. "La idea es reducción de los gases por unidad productiva", con la captación de CO2 a través del suelo, de la reducción de escorrentías y de acuíferos, entre otros aspectos.

La presidenta de la CHE no dudó e que hay que mantener el empuje a los regadíos para que sean más óptimos tanto en los efectos de los recursos hídricos como en la competitividad en los mercados. Para entender el impacto de la huella, hay que observar que la sociedad es cada vez más exigente en la calidad alimentaria y, paralelamente, en la medioambiental. La sostenibilidad económica y natural parte de una triple exigencia: "Producir más alimentos ante el aumento de la población, proteger el paisaje en su integridad y garantizar la forma de vida del medio rural".

En este trío virtuoso se fundamenta el Pacto Verde Europeo cuyo objetivo es que en 2050 la reducción de emisiones tienda a cero y el continente sea el más sostenible del planeta. En la próxima primavera, dentro de esa filosofía, se presentará la estrategia para la agricultura denominada "De la granja a la mesa", que también condicionará la trayectoria de la Política Agrícola Común más concienciada y activa contra los efectos de la agricultura en el medio ambiente.

La red de infraestructuras hidráulicas, agregó, María Dolores Pascual, mantendrá la identidad de una institución centenaria como es el Canal de Aragón y Cataluña, pero demandará también las adecuaciones en sus sistemas organizativos y de participación para compatibilizar los mejores servicios a los usuarios y la responsabilidad natural. "Habremos de establecer entre todos planes de adaptación al cambio climático para aprovechar sus beneficios para todos, y estoy seguro de que se alcanzarán éxitos globales bajo la idea de que cada gota cuenta".

COMPROMISO DEL REGADÍO

Quien fuera predecesor hace años de María Dolores Pascual, Tomás Sancho, presidente del Grupo de Trabajo sobre el Agua de la Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería, protagonizó la segunda ponencia después de escuchar la fórmula de Mónica López Moyano, jefa del Área del Tiempo, de mitigación, adaptación y las tres "R" de la reducción del consumo, el reciclado y la reutilización.

Tomás Sancho aún extendió en dos más las "R" en el caso de los regadíos al proponer reemplazar los cultivos y rediseñar los sistemas de producción con el respaldo de la ingeniería y las tecnologías.

Este experto realizó un recorrido histórico desde los Objetivos de Desarrollo del Milenio hasta los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que el agua es protagonista directo e inducido en varios de ellos (el 6 con alusión específica, el 7 de la energía, el 13 de la acción por el clima...), "porque es una preocupación muy fuerte". El hecho de que en 2030 vayan a habitar 8.300 millones de personas la Tierra reclamará más inversiones en agricultura y una gestión más sostenible de los bosques, los océanos, las tierras, el suelo y las aguas.

El propio Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones son conscientes de las varias crisis que afronta la humanidad, desde la del agua hasta la del clima pasando por la energética y la financiera. "La población va a crecer y hay un proceso de urbanización, con la gente yéndose del medio rural, y se necesitan acción y respuestas". Citó el plan nacional integral de energía y clima para responder a las incertidumbres y a preocupaciones como las reservas y los fenómenos extremos. "Es hora de la acción mundial por las personas y el planeta", sentenció, para agregar "que es una vergüenza la cantidad de toneladas de alimentos que se tiran en el mundo". Tomás Sancho estimó, además, que la PAC ha de incidir en consolidar las rentas para el mundo rural y las administraciones han de preservar la calidad del agua. "El PIB del campo en Europa va a bajar un 15 % paradójicamente mientras la producción crece y habrá que duplicarla hasta el 2050".

Sancho expuso cinco pasos para mejorar este escenario: controlar la huella ambiental de la agricultura, producir más y mejor en tierras cultivadas, optimizar el uso de los recursos, adaptarse a las tendencias y demandas de los clientes y reducir el despilfarro. "El agua es la clave y el regadío es esencial. Y aquí es donde aseveró el camino imprescindible de la adaptación para la mayor eficiencia y para promover la economía circular, además de las cinco "R" anteriormente citadas.

En sus conclusiones, Tomás Sancho, que manejó conceptos para la resolución de condiciones como la erosión, las rotaciones o las masas forestales, enumeró seis puntos a su entender ineludibles. El primero, que el agua es una cuestión de Estado que exige acción pública para poner en valor y conservar el medio rural. Segundo, que hay que apostar por un regadío modernizado y eficiente. Tercero, que hay que adoptar medidas decididas para incentivar la resiliencia en la agricultura y la ganadería. Además, hay que instrumentar los medios necesarios para la seguridad de los embalses. Igualmente, estimó que hay que reforzar la capacidad de las confederaciones hidrográficas. Y, finalmente, establecer un compromiso del regadío con el desarrollo sostenible, la agricultura basada en la modernización de los regadíos y las buenas prácticas agrícolas.