Sociedad

LA ENTREVISTA

David Lorenzo Cardiel: "'Hablar despacio' ofrece una lectura reposada que invita a la reflexión"

El autor reivindica el lugar que hoy puede ocupar la poesía porque permite "simplificar la esencia de lo que se quiere contar"

David Lorenzo Cardiel: "'Hablar despacio' ofrece una lectura reposada que invita a la reflexión"
David Lorenzo Cardiel: "'Hablar despacio' ofrece una lectura reposada que invita a la reflexión"
R.G.

HUESCA.- David Lorenzo Cardiel presentó este jueves su nuevo libro de poemas, Hablar despacio, "una continuación de Tierra de Nadie, no tanto desde la búsqueda objetiva sobre cuál es nuestro lugar en el mundo y cuáles son los elementos que nos rodean, sino una búsqueda desde el punto de vista personal, más íntimo y más directo", explica el autor.

La presentación, que tuvo lugar en la Biblioteca Pública de Huesca y en la que Lorenzo estuvo acompañado por la también escritora y poeta Angélica Morales, transcurrió entre los preceptos de una presentación clásica y un "club de lectura", donde las personas asistentes pudieron participar y preguntar sobre los poemas que habían leído. Morales, por su parte, en palabras de Lorenzo, "pudo darle una vuelta en aspectos que se nos han pasado incluso a mí, como autor, durante la elaboración del libro".

Dividido en cuatro partes, Hablar despacio plantea "qué procesos vivimos como seres humanos en ese lugar del mundo que, conocido o desconocido, habitamos". Soliloquio, Telaraña, Miradas y Paisajes son las cuatro paradas -capítulos en los que se divide el libro- de una "indagación reflexiva a la que se le invita al lector, y a explorar distintos aspectos del mundo natural, como son el tiempo, la mutabilidad del entorno que nos rodea", explica el poeta.

David Lorenzo Cardiel se sirve de los mitos, "personajes de la literatura que nos acompaña desde que aprendimos a dar forma a las palabras, de forma escrita". Esos mitos, en palabras del autor, nos hablan de quiénes somos como seres humanos, porque eso es invariable, por mucho que nuestro entorno circunstancial vaya evolucionando: "Estos personajes -como Casandra, princesa de Troya; el general cartaginés Hannibal o Heráclito de Éfeso- me vienen muy bien para incluir esa visión intima y personal, a través de distintas voces que le hablan al lector sobre esos diversos aspectos, para que la reflexión fluya de una manera más plana y no sea tan más directa y profunda".

Desde ese primer Soliloquio el autor desciende a los vínculos cotidianos que nos unen como humanos, "por ejemplo, en Telaraña trato el amor romántico y la amistad, en Miradas miro un conjunto de personajes que hablan sobre la naturaleza del bien y el mal, la pobreza y la riqueza, y en Paisaje vuelvo al mundo que nos rodea, ya no el natural, sino al humano".

Quienes se acerquen a Hablar despacio encontrarán "una lectura reposada que invita a la reflexión desde su propia experiencia que le va a interpelar y a enamorar a través de la palabra". El autor reivindica el lugar de la poesía como catalizador, de manera opuesta a la que actúa el ensayo: la poesía permite en pocas palabras simplificar la esencia de lo que se quiere contar, de forma que el lector puede profundizar hasta la capa que desee, desde lo estético hasta la reflexión última que el escritor ha querido embeber dentro del poema".