Sociedad

LA ENTREVISTA

Alberto Serrano Dolader: "Es importante que las piedras sagradas lleguen al ámbito académico"

El periodista ha investigado "sacra saxa" en la provincia de Zaragoza y ha recuperado algunas de la leyendas que hay tras ellas

Alberto Serrano Dolader: "Es importante que las piedras sagradas lleguen al ámbito académico"
Alberto Serrano Dolader: "Es importante que las piedras sagradas lleguen al ámbito académico"
R.G.

HUESCA.- Presentar un panorama de las piedras de la provincia de Zaragoza, "de las rocas, de las piedras grandes, de los pedruscones, que tienen detrás de si una leyenda o una historia de la cultura popular". Ese fue el propósito de la charla que el periodista Alberto Serrano Dolader impartió el jueves 23 de enero en el Instituto de Estudios Altoaragoneses, bajo el título Piedras con rondalla en la provincia de Zaragoza.

A lo largo de su trayectoria vital y profesional, Alberto Serrano ha ido recopilando saberes, movido por la curiosidad, sobre las rondallas o falordias -significantes de "que algo late en cuanto a creación popular en torno a un objeto, en este caso a las piedras"- vinculadas a las sacra saxa, piedras sagradas, que cuentan cómo a una piedra se le han podido atribuir poderes curativos, mágicos, relaciones con el diablo, con los dragones o con los tesoros.

Piedras sacras con transcendencia profunda para las gentes del Alto Aragón y de toda España, aunque Serrano se fije en las que se encuentran recorriendo la provincia de Zaragoza, "quizás porque no son tan conocidas como las de Huesca". Piedras y leyendas que son evidencia inerte y oral de cómo "se explicaban los misterios que si no no tenían una lógica a la altura del progreso científico del siglo XIX", explica el periodista.

Falordias como la que ronda por Ambel, en Campo de Borja, cerca del Moncayo, donde se ubican las llamadas Piedras del Dragón, que servían de cobijo al animal fabuloso "que custodiaba el paso que unía Zaragoza y Soria". Dicen que los salientes de la cueva funcionaban como el salero y el pimentero con los que aderezaba a sus víctimas.

Serrano remarca, entre leyenda y leyenda, la importancia de conservación no solo de las piedras sino de esas falordias, tarea en la que "la escuela oscense de etnografía se ha convertido en un referente en España por conservar algo que si no se va a perder. (...) Es importante que transciendan al ambito académico y se estudien desde la Antropología", puntualiza.

Un posible mapa mostraría también piedras sacras por la zona de Daroca, "en Retascón", donde se encuentra la cueva del Dragón. En este caso el réptil parece que se le apareció a El Cid Campeador, quien en su ir y venir entre tierras valencianas y aragonesas, "escogió la citada cueva para descansar".

Historias nacidas de "la tradición de la literatura y que la población ha hecho suyas" o que por contra han surgido al calor de las cadieras y algún literato se ha hecho eco de ellas, las piedras sacras cuentan también leyendas sobre el diablo y tesoros, como la Peña Palacio ubicada en Pomer, sobre la que las gentes cuentan "que en la cobacha descansa un conde sepultado en un forro de oro, joyas y pedrería preciosa", o en Longás, en la Sierra de Santo Domingo, "donde Mariano de Migalón se llevó a la tumba el lugar en el que enterró un tesoro que acumuló al vender las pepitas de oro que encontraba en las Rayas, una formaciones" en la citada sierra.