Sociedad

VIDA Y NORMALIZACIÓN

Lorenzo Torrente, presidente de Valentia: "Nuestra forma de actuar se fundamenta en el respeto"

Ve en el cambio vivido por la entidad una forma de reivindicarse, impulsarse al futuro y rendir homenaje a quienes fundaron la organización

Lorenzo Torrente, presidente de Valentia: "Nuestra forma de actuar se fundamenta en el respeto"
Lorenzo Torrente, presidente de Valentia: "Nuestra forma de actuar se fundamenta en el respeto"
S.E.

HUESCA.- El Presidente de Valentia ve en el cambio vivido por la entidad una forma de reivindicarse, impulsarse al futuro generando nuevas oportunidades y rendir homenaje a quienes fundaron la organización hace más de 50 años.

Cuando algo se llama de una misma manera durante más de medio siglo, tomar la decisión de cambiarle de nombre es, cuando menos, un gesto audaz. ¿Cómo ha vivido este proceso?

-El cambio de nombre se hacía necesario desde hace años, en una sociedad más interconectada, con redes sociales, internet, se estaban originando confusiones con otras entidades con similar nombre, y eso no es adecuado. En nuestra entidad nos hemos ido amoldando a las nuevas circunstancias, los nuevos retos, y el cambio de nombre era otro escenario en que se hacía obligatorio actuar.

Debemos mirar al pasado con respeto y mucho cariño, pues ese nombre ha sido parte de nuestras vidas; pero, tomada la decisión, debemos ver a la nueva marca, a Valentia, como un desarrollo de la entidad, como fuente de nuevas oportunidades y una forma de reivindicarnos.

Durante la presentación de Valentia, se habló de los fundadores, del homenaje que supone esta nueva etapa al trabajo que ellos realizaron, ¿cree que estarían orgullosos?

-Sin duda, ellos quisieron cambiar la vida de las personas con capacidades diferentes, no se conformaban con las normas y costumbres de la sociedad, buscaron lo mejor para sus hijos, para sus allegados. Tenían una visión abierta, y de hecho esos fundadores iniciales ya cambiaron el nombre en otra ocasión porque lo consideraron más oportuno, lo mismo que sucede en este momento.

Recuerdo pasear con mi padre por el Centro Manuel Artero hace muchos años, cuando todavía no existían gran parte de los recursos que hay en la actualidad y se preguntaba a sí mismo "¿cómo hemos podido hacer todo esto?". Los logros, los cambios, no son algo instantáneo sino que son fruto de un trabajo lento, continuado, constante y cuando lo aprecias con perspectiva te das cuenta de la dimensión del cambio.

En la sociedad y en Valentia, que es parte de la sociedad, se está en constante cambio, y este nuevo nombre no es sino muestra de la adaptación necesaria.

En esta nueva etapa, Valentia se afianza como referencia en la atención a discapacidad intelectual en la provincia, ¿cuáles son sus objetivos futuros?

-Los objetivos genéricos no varían o lo hacen muy poco: la atención en todos los aspectos a las personas con capacidades diferentes, el desarrollo al máximo de sus capacidades y la atención a sus familias. Es un objetivo tan amplio y tan ambicioso que lo tenemos que integrar y concretar conforme van sucediendo los acontecimientos.

Debemos ser capaces de adaptarlos a los tiempos. Cuando las metas son tan amplias, son precisamente los logros cotidianos los que en perspectiva se hacen grandes; como he dicho, el trabajo constante, paciente y diario es lo que va mejorando a Valentia. Que una persona afectada por una disfagia durante toda su vida, pueda hoy saborear comida texturizada en vez de un monótono y continuo puré, es un logro importantísimo, por ejemplo. Nuestra forma de actuar se fundamenta en el respeto a cada persona. Debemos procurar la protección de los asistidos, pero facilitar a la vez su mayor libertad en sus opciones de elección.

Valentia tiene entre su misión procurar una sociedad mejor, más justa y solidaria. ¿Cómo es la sociedad ideal que usted imagina?

-Es necesario que haya un conocimiento de las personas diferentes mucho más cabal y profundo. No solo de aquellos que están directamente relacionados porque les afecta más personalmente. Todos vamos a llegar a tener diferentes discapacidades a lo largo de nuestra vida y parece que no somos conscientes. La sociedad va cambiando, en ocasiones colegios ordinarios con niños menores nos visitan y eso es bueno, pues supone un germen para conocer otra parte de una sociedad diversa en la que todos debemos participar.

Las administraciones deben tener presente que mantener los apoyos a la discapacidad es un derecho esencial irrenunciable, y además, económicamente positivo; de hecho el informe de retorno que hicimos en Boltaña puso cifras.

Debemos soñar con una sociedad más informada, más inclusiva, más comprometida y un sector dotado de mayores recursos.