Sociedad

CARRERA PROFESIONAL

Asunción Novellón, del museo a la micropigmentación en un camino natural

La gestora del Museo La Laguna ejerce entre semana el oficio en el que se formó

Asunción Novellón, del museo a la micropigmentación en un camino natural
Asunción Novellón, del museo a la micropigmentación en un camino natural
M.B.

SARRIÑENA.- Cuando la pasión de una persona se centra en el arte siguiendo los dictados de la belleza y creando, o también mostrando parte del patrimonio para que pueda ser admirado, a la vez que mejora o repara detalles anatómicos de personas individuales, esta profesional está enfocando su vida y su trabajo a satisfacer necesidades humanas, porque Asunción Novellón tiene el arte, la habilidad y la destreza de otorgar autoestima, felicidad y conocimiento.

Novellón es Técnico especialista en Micropigmentación Avanzada durante la semana y los sábado y domingos gestiona el Museo La Laguna en Sariñena, "dos pasiones, a la vez que dos trabajos que guardan mucha relación", explica definiendo el arte como "cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y comunicativa. El arte permite expresar ideas, emociones y una visión del mundo a través de diversos recursos: plásticos, lingüísticos, sonoros, corporales...", a la par que su actividad con la Micropigmentación trata de "embellecer la piel, lo que es una práctica muy antigua, ancestral, por motivos estéticos, curativos o religiosos. La Micropigmentación que es un concepto más nuevo, lleva practicándose en España casi tres décadas, siendo un proceso totalmente artesanal", porque para nuestra protagonista, cada rostro es un lienzo con personalidad propia. "Hablamos, gesticulamos, expresamos; en una sociedad como la nuestra el rostro es nuestra carta de presentación y nos cuidamos. Cada tratamiento es pues, totalmente personalizado. Cada persona somos una y por tanto debe ir acorde con nuestros rasgos faciales y de expresión".

La sariñenense es la menor de siete hermanos y muy joven marchó a Madrid para acabar la licenciatura en Historia del Arte por la Universidad Autónoma. "Después obtuve los títulos específicos para ejercer la Micropigmentación, para mí los títulos no son impedimento cuando algo me apasiona. Me hice profesional y no hay trabajo al que le hayas dedicado catorce mil horas que no te salga bien", por lo que se puede afirmar que le apasiona la belleza. "¿Qué es la belleza en sí? ¡Proporción y armonía!".

Su vida transcurre entre Sariñena, Barbastro, Huesca, Zaragoza y Madrid. "Me muevo mucho y no me importa ya que estoy muy acostumbrada. Cuando volví al pueblo lo tenía claro. La baja densidad de población que sufren los pueblos hace que no se puedan desarrollar mercados que los sustenten, por tanto mantener un negocio es muy complicado, y más de estas características", siendo la clave "diversificar, pero eso sí, siempre relacionado con el Arte, de observar, estudiar y hacer".

Cuando le preguntamos con qué trabajo se siente mejor, Novellón responde que eso es "difícil diferenciar. El Museo es mi gran afición, mí estado natural, si bien dedico la mayor parte de mi tiempo a trabajar la Micropigmentación. Colaboro con centros estéticos, clínicas privadas y hospitales públicos", dedicación que le ha aportado una gran relevancia. "En la reconstrucción del complejo areola-pezón en los casos de cáncer de mama, para algunas pacientes saber que la mama puede reconstruirse con un buen resultado estético es vital, ellas viven la mastectomía como algo traumático que supone la pérdida de su feminidad", y que gracias a la técnica de la Micropigmentación "no solo mejora su calidad de vida y bienestar, sino que además es muy recomendable ya que ayuda a normalizar su vida que se ha visto alterada durante la quimioterapia o radioterapia. Es la última fase para ellas y al verse se emocionan, y yo con ellas".

Por supuesto, explica que esta actividad no tiene nada que ver con el tatuaje, "aunque se confunde por su semi-permanencia, no utilizamos los mismos pigmentos ya que son específicos para tratar zonas de mucosas o próximas a ellas, ni las mismas máquinas ya que son más precisas, ni trabajamos sobre el mismo nivel de piel por lo que al final acaba desapareciendo con el tiempo", manifiesta, argumentando que "el tatuador realiza motivos decorativos en el cuerpo y el micropigmentador utiliza una técnica más precisa y correctiva en el rostro o partes del cuerpo, da forma y color a nuestros labios, ojos o cejas, que por el transcurrir de los años o enfermedad han ido desapareciendo. Mi máxima en la realización de la Micropigmentación es que no es un sustituto del maquillaje, sino que es para ir bien sin maquillar".

CADA TRABAJO, UN RETO

La profesional de las Artes y la Estética se identifica por su seriedad, sentido de perfección y empatía en todos sus trabajos. "Cada trabajo supone un reto para mí porque ningún rostro es igual, es necesario aplicar las técnicas para llevar a cabo un visajismo acorde con los rasgos faciales de cada persona, pero escuchando sus preferencias y, sobre todo, trabajar con la certeza de qué es lo que necesita realmente y qué le va a quedar bien".

Una técnica que permite disimular las pequeñas imperfecciones y hace nuestros rasgos más atractivos. "Si la Micropigmentación está bien hecha nadie lo notará aunque perciba los cambios de forma sutil. Además permite resaltar lo mejor de cada persona las 24 horas del día. Imagínate lo que supone salir de la piscina o darte un baño en la playa sin necesidad de retoques incómodos. Con esta técnica se busca comodidad, elegancia y naturalidad".

Cuando se toma la decisión de someterse a la Micropigmentación, al igual que con la cirugía plástica, no se hace solo con el fin de conseguir belleza, sino que influyen factores físicos y emocionales, porque la salud es un estado que incluye el bienestar físico, el mental y social, y es realmente importante contar con profesionales altamente cualificados como Asunción Novellón para un éxito seguro.