HUESCA.- Este curso diez nuevos centros se han incorporado al Programa de consumo de fruta y leche en las escuelas, llevado a cabo por el Gobierno de Aragón, con el objetivo de fomentar una dieta saludable entre los más pequeños y contribuir a disminuir la obesidad infantil y las enfermedades asociadas a esta.

Son ya 476 centros escolares los adheridos al programa, lo que equivale al 85 % de los centros docentes no universitarios de Aragón, y al 91 % en el caso de los centros de Educación Infantil y Primaria. En total se benefician 140.294 alumnos.

Este programa llega a 252 municipios del territorio aragonés, siendo fundamental el papel de los Colegios Rurales Agrupados para llegar a un mayor número de niños en el medio rural. El programa de la fruta tiene una parte fija, que consiste en la distribución durante 19 semanas de una ración de fruta por alumno lista para el consumo y desde hace dos años se incorporaron la leche, los yogures sin azúcar, las nueces y las almendras.

Los centros pueden solicitar catas de frutas para estimular al alumnado a consumir variedades diferentes y catas de frutos secos. Las piezas se compran a comerciantes y productores del sector agroalimentario aragonés, dando prioridad a los productos de proximidad, y se envían en raciones justas, incrementadas en un 6 % para que el profesorado pueda comprobar la calidad del producto.

Como actividades de acompañamiento se realizan visitas a centros relacionados con la agricultura o el medio ambiente, o se impulsa la creación de huertos escolares en los centros educativos. El programa cuenta con un presupuesto en su conjunto de un millón y medio de euros en su mayor parte financiados por fondos europeos y con la cofinanciación del Gobierno de Aragón.

En una visita al CEIP Andrés Manjón de Zaragoza, el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, destacó que el éxito del programa reside en la calidad del producto y del servicio, resaltando que "los centros educativos son un espacio óptimo para estas iniciativas porque es en ellos donde los niños sientan las bases de su educación para el futuro". En concreto, "la adquisición de unos buenos hábitos alimenticios garantizará una vida saludable".