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Bulos, más atractivos que la propia realidad

Las historias falsas se cuelan en situaciones de incertidumbre

Bulos, más atractivos que la propia realidad
Bulos, más atractivos que la propia realidad
EFE

MADRID.- Los bulos se cuentan a cientos en situaciones de incertidumbre y gran transcendencia, como sucede con la covid-19. Unas historias falsas que, en ocasiones, son más atractivas que la propia realidad.

Los psicólogos Guillermo Fouce y Juan Carlos Revilla hablan con Efe de la oleada de bulos que nos invade relacionada con el coronavirus, de qué buscan quienes los crean y por qué muchos se difunden a gran escala.

El cierre de supermercados, hacer gárgaras con agua y vinagre para prevenir el coronavirus, la próxima declaración del estado de excepción, hospitales que piden mantas o una amplia colección de afirmaciones falsas sobre políticos, son solo una muestra de los bulos desmentidos por grupos de verificadores. Sin embargo, los bulos y la desinformación siguen ahí cada día porque las actuales circunstancias crean un terreno abonado para que florezcan.

En psicología social se suele usar una fórmula para determinar los momentos en que surgen más bulos. Cuanta más incertidumbre haya, unida a una información "especialmente importante, más bulos y más rumores se difunden", explica Fouce, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

La ecuación se completa con la carga emocional. "Si el bulo es atractivo emocionalmente o visualmente se transmite mucho más", agrega el también presidente de la Fundación Psicología sin Fronteras. Las redes sociales o servicios como Whatsapp tienen un efecto multiplicador y sin control. Simplemente hay que lanzar un bulo y esperar a que funcione, a que se distribuya "de forma totalmente incontrolable", pues aunque se desmienta habrá personas que no lo sabrán y seguirán compartiéndolo.