Sociedad

ASOCIACIÓN DE TRASTORNOS DEPRESIVOS DE ARAGÓN

Depresión y ansiedad, una trampa similar a las arenas movedizas

Los psicólogos sanitarios Francisco Vinués y Samara Sáez hablan de estas enfermedades

Depresión y ansiedad, una trampa similar a las arenas movedizas
Depresión y ansiedad, una trampa similar a las arenas movedizas
A.

HUESCA.- La asociación Afda está destinada al tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad, estrés, depresión y momentos adaptativos complicados. Basada en valores como la accesibilidad, asequibilidad, apoyo mutuo, cooperación y responsabilidad, entiende la salud en su concepto más amplio, como "estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Afda, con sede en Huesca desde hace dos años, la integran asociados, familiares y profesionales de diferentes disciplinas sanitarias y técnicas, cuya misión es mejorar la salud anímica y emocional de la población y, por tanto, la calidad de vida de las personas afectadas y sus familiares.

¿Qué presencia tiene Afda en la capital altoaragonesa—

Francisco Vinués (Psicólogo sanitario): Los oscenses no nos libramos de los problemas de depresión y ansiedad, ojalá; por ello surgió la iniciativa de poder ayudarnos unos a otros en Huesca dentro de estas problemáticas. En estos dos años hemos ido creciendo poco a poco, cada vez somos más y nos conocen más, y uno de nuestros principales objetivos en la actualidad es poder concienciar de estas realidades e ir rompiendo los estigmas existentes mediante charlas para toda la población. Conforme hemos ido creciendo, al igual que se ha hecho en Zaragoza, hemos ido adaptándonos a las necesidades de las personas que acuden a la asociación, teniendo actualmente terapia individual, talleres, actividades y otros recursos como asesoramiento farmacológico, neuropsicología...

-Samara Sáez (Psicóloga sanitaria): Afda en Huesca pretende mejorar el bienestar, la salud anímica y emocional y promocionar la salud mental en todos. Somos un conjunto de profesionales especializados en este campo y por ello, intentamos, de forma multidisciplinar, ayudar a aquellas personas que están pasando por un momento y/o proceso personal complicado, que tienen dificultades para adaptarse a él o simplemente que quieren mejorar su calidad de vida.

La ansiedad no tanto, pero la depresión más, son enfermedades que se viven para dentro, que cuesta reconocerlas ante los demás. ¿Eso dificulta que la gente acuda a la asociación—

-S. S. : En concreto no diría que es el principal problema. Sí es cierto que, cuando no nos encontramos bien, hay una tendencia innegable a evitarlo, no queremos pensar en ello y nos obligamos a estar bien (o a fingir estarlo). Otra dificultad aparente es la estigmatización que, por desgracia, sigue existiendo a día de hoy. Por otro lado, nos da terror mirar hacia adentro, lo que hace que aplacemos la decisión de poner remedio al malestar.

-F. V.: Todavía cuesta mucho pedir ayuda, tanto para los problemas de depresión como los de ansiedad, pues en muchas ocasiones tememos la respuesta que tendrán los demás si se dan cuenta. Nos sentimos mal por tener esas emociones, esos pensamientos, y los escondemos porque creemos que no son normales y que nadie más los tiene, incluso llegamos a pensar que nos estamos volviendo "locos", aunque ni mucho menos sea así. Más de dos millones de personas sufrieron depresión en España durante 2019, y una cifra muy similar ansiedad, convirtiéndose en una de las principales problemáticas de salud. El todavía estigma hace que se escondan y no se pida ayuda o se haga tarde y, como sucede en casi todas las problemáticas, cuánto antes se detecta y se interviene mejor es el pronóstico.

La depresión y la ansiedad, aun en los casos más graves, son trastornos altamente tratables. ¿Cómo se consigue que una persona que atraviesa una situación de estas se de cuenta de su propia realidad—

-F. V.: Estas problemáticas hacen que te centres únicamente en el dolor que estás sufriendo, no te dejan ver nada más, como si fuera una venda, haciendo que cada vez te vayas alejando más de tu vida. Es una trampa similar a unas arenas movedizas. Cuando caemos en ellas intentamos salir con todas nuestras fuerzas, pero cada vez nos devoran más y más, viéndonos en una espiral de angustia sin salida. Para ayudar a una persona que está sumida en esta trampa, no basta con decirle que se puede salir, pues es imposible que lo vea en muchas ocasiones por todo el sufrimiento que está viviendo, solo ve que está cayendo por una espiral sin fondo y puede que haya perdido la esperanza, por lo que primero hay que ayudarle a recuperar pequeños pedazos que la depresión o la ansiedad le han arrebatado, que vea que es posible que, peldaño a peldaño, con trabajo se puede lograr.

-S. S.: Trabajando, trabajando y trabajando. Es decir, nuestra manera de intervenir consiste en dotar a la persona de una serie de herramientas que le permitan ver con claridad qué está sucediendo, dónde se encuentra y hacia dónde se quiere dirigir. A partir de ahí, vamos acompañándoles en el proceso, potenciando su autoconocimiento, haciéndoles comprender que la lucha contra ellos mismos no es la solución y permitiéndoles sentir, es más, animándoles a hacerlo sin que se crean "juguetes rotos".

¿De qué manera ayudan en Afda a las personas con ansiedad y depresión ¿Qué herramientas ponen a su alcance—

-S. S.: Desde Afda ofrecemos diferentes recursos que faciliten la readaptación a la vida cotidiana de nuestros socios. Contamos con psicólogos sanitarios que dan asistencia de manera individual y grupal. Además, dirigen diferentes grupos y actividades que permiten a las personas potenciar aquellas características que consideran necesarias para su avance (por ejemplo, gestión de emociones y pensamientos; habilidades sociales, encuentros terapéuticos, etcétera). También estamos implicados en hacer llegar al máximo de población recursos y conocimientos que les permitan mejorar su salud anímica (por ejemplo, a través de charlas abiertas a todo aquel que esté interesado).

-F. V.: Hay dos cosas sumamente importantes que intentamos desde Afda. La primera es dar forma a la depresión y los problemas de ansiedad. Conocemos bien todo el sufrimiento que estamos teniendo, pero muy pocas veces se conoce realmente el funcionamiento de los procesos que median en la depresión o cómo funciona la ansiedad para saber qué nos está sucediendo. Aprender esto de los profesionales que trabajan en al asociación y de las propias personas que lo están viviendo o ya lo han superado, nos ayudará a dar forma al fantasma para saber cómo afrontarlo. El segundo punto es, precisamente, el compartir, el poder trabajar en equipo con quienes viven o han vivido en el pasado estos problemas, para comprender que no estamos solos, que no somos los únicos y que hay una salida, aunque nos resulte imposible verla.

Además, desde Afda se han ido construyendo recursos que faciliten la vuelta a nuestra vida. Depresión y ansiedad tienen tratamientos basados en evidencia científica, tanto farmacológicos como psicológicos, por lo que en la asociación cuenta con un equipo interdisciplinar con experiencia y especializado en apoyo, tratamiento y orientación para estas problemáticas. El objetivo es que entre la participación, la responsabilización y el apoyo mutuo podamos ayudar al máximo número de personas que estén atravesando situaciones difíciles.

Generalmente se han asociado estos trastornos a personas adultas, pero también los sufren los adolescentes y jóvenes.

-S. S.: Esta problemática no es una cuestión de edad. No está claro si han aumentado los casos, se han visibilizado más y/o ambas cosas entre adolescentes y jóvenes. Si es cierto, que hay que tener en cuenta que cada vez el "mundo gira más deprisa", hay más competitividad, más exigencias, más necesidad de tenerlo todo bajo control, más "tengo que…", etcétera. Así mismo, hay que ver las consecuencias que la crisis económica ha dejado en el ámbito laboral, el incremento de la profesionalización, variantes muy relacionadas con la frustración y presión y, por supuesto, el papel de las redes sociales, un espejismo de la realidad, para el cual no nos han educado y que vende muchos espectros de felicidad que gran cantidad de jóvenes creen a raja tabla. Toda rigidez nos complica la adaptación, y la búsqueda exacerbada de dicha felicidad nos condena al malestar.

¿Hasta qué punto la sociedad contribuye a empeorar o mejorar estas situaciones—

-F. V.: La sociedad influye muchísimo pues somos parte inherente a ella. El dolor emocional es algo que, a nivel de sociedad, todavía se esconde aunque por suerte esto cada vez está cambiando más. Estamos acostumbrados a nivel de sociedad a castigar emociones normales como la tristeza, el agobio, el estrés, el miedo… Cuando estamos tristes se nos dice que es malo, que tenemos que animarnos y que no debemos llorar; cuando estamos preocupados o nerviosos, el mensaje que nos llega es "tranquilo/a, no te preocupes..." ¡Cómo si fuera tan sencillo! Cuanto más castigamos estas emociones innatas al ser humano, más difícil es desarrollar estrategias suficientes para afrontarlas. Pero esto está cambiando. Se está enseñando más sobre las emociones y que la tristeza, el miedo, la preocupación..., son normales en la vida diaria, dándonos la posibilidad de desarrollar estrategias y habilidades para poder afrontar emocionalmente los problemas y las circunstancias más complicadas de nuestra vida.

¿Qué espectro de personas acuden a Afda—

-F. V.: Aunque fue creada por familiares de personas que sufrían problemas de depresión y ansiedad y por quienes lo padecen, la población que acude a Afda ha ido ampliándose con el tiempo. Ahora mismo la mayor parte de las personas que acuden a Afda lo hacen cuándo sufren un problema de depresión o de ansiedad, pero cada vez vienen más que no los están atravesando estos momentos y únicamente lo hacen con el objetivo de mejorar su salud emocional, o aquellas que están viviendo situaciones difíciles por un duelo o por estrés. Además, desde hace ya un tiempo, y con el fin de trabajar la promoción de la salud emocional, también se están realizando actividades y herramientas para niños y adolescentes.

¿Qué les dicen a las personas que estén pasando por esto y que no sepan superar solas, al margen de la medicina, una ansiedad o una depresión—

-F. V.: Cómo se ha comentado antes, lo que intentamos es demostrarlo andando, es decir, ayudando a la persona a comenzar a recuperar parte de la vida que le ha ido arrebatando la depresión y los problemas de ansiedad. Cuando hemos caído en esas arenas movedizas es muy difícil escuchar a quién nos está hablando, solo intentamos salir desesperadamente de ellas aunque hacer esto nos hunda cada vez más, por lo que en esos momentos hay que ayudarles a parar y observar que alternativas hay, y una de ellas es pedir ayuda. No es lo mismo intentar escapar de las arenas movedizas solo, que tener a una persona que te tienda la mano, un lugar donde agárrate, para entre los dos poder salir.

¿Existe alguna relación entre depresión y suicidio—

-F. V.: Sí. De hecho, los pensamientos de muerte y suicidio cuando son repetitivos en el tiempo pueden constituir uno de los criterios diagnósticos de la depresión. Estamos tan desesperados por intentar salir de las arenas movedizas que no sabemos qué hacer, le damos mil vueltas a la cabeza intentando buscar soluciones, pero no lo logramos, cada vez estamos más desesperados por lo que nuestra cabeza nos propone soluciones más drásticas para evitar el sufrimiento. En la ideación suicida durante la depresión no sé quiere morir como tal, lo que se quiere es dejar de sufrir, y el problema es que la mente no encuentra otras soluciones, llegando al punto de sentirnos totalmente agotados y desesperanzados. Lo que tenemos que lograr es ayudar a la persona a encontrar las alternativas, que las hay, para salir de la espiral.

Dennos algunas pautas para ver lo bueno de la vida.

-S. S.: Lo bueno de la vida es, verdaderamente, verlo todo. Hay que parar más a menudo, vivir en el presente y tener claro hacia dónde quiero dirigirme. Para ello necesito observar y, en la medida de lo posible, disfrutar lo bueno, pero también de lo malo y aprender de todo ello.

-F. V.: En ocasiones hay situaciones en las que es muy difícil ver lo bueno. El problema es cuándo eso no solo nos causa el dolor, si no que caemos en un bucle en el que el problema nos domina y se come nuestra vida. Por ello, algo fundamental es ser capaces de salir del bucle para ver el resto de cosas que son importantes para nosotros, como intentar cuidar de las personas que queremos, ser amables, ser creativos..., básicamente estar presentes en el resto de nuestra vida.