PANDEMIA DEL CORONAVIRUS
Las ciudades, un oasis efímero para animales en el confinamiento
Para algunas especies, la nula actividad humana habrá sido una trampa ecológica
BARCELONA.- Los ecólogos, que han visto que el confinamiento humano en las ciudades incluso ha hecho variar el canto de algunos pájaros y el comportamiento de palomas, gaviotas y ratones en busca de alimento, advierten que este oasis urbano para los animales es "efímero" y puede ser "una trampa ecológica" para ellos.
Según los investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF-UAB) Daniel Sol (CSIC), Oriol Lapiedra y Aina García, para muchas especies, la prácticamente nula actividad humana "habrá sido una trampa ecológica y una falsa percepción de que las ciudades son un lugar para vivir" porque algunas especies pueden dejar de percibir a los humanos como un peligro.
Aunque los ecólogos reconocen que no disponen de datos fiables y contrastados sobre el impacto que tiene sobre la fauna el confinamiento de las personas en las ciudades, si han observado cambios en el comportamiento de las especies e incluso se aventuran a anticipar que se producirá un incremento local de la biodiversidad.
Pero también insisten en que es probable que estos cambios sean efímeros y la mayoría de sus consecuencias desaparecerán cuando la actividad humana vuelva a niveles similares previos a la epidemia.
Los tres investigadores insisten: "Para muchos animales, el coronavirus sólo habrá sido una trampa ecológica, es decir, una falsa percepción de que las ciudades son lugares adecuados para vivir".