Sociedad

PANDEMIA DE CORONAVIRUS

Rafael Blanc Cera: "Sabemos lo que es un virus diseminándose en una granja"

El presidente de la asociación nacional Avespa y vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Huesca lamenta que no se haya contado con estos profesionales en la lucha contra la covid-19

Rafael Blanc Cera: "Sabemos lo que es un virus diseminándose en una granja"
Rafael Blanc Cera: "Sabemos lo que es un virus diseminándose en una granja"
S.E.

HUESCA.- Nadie estaba preparado para afrontar una pandemia como la de la covid-19, pero los veterinarios tienen una visión más amplia que otros sectores, ven el bosque en vez del árbol, "el colectivo, el rebaño, la granja". Por eso Rafael Blanc Cera (Monzón, 1964) se muestra "muy enfadado" por que "el Gobierno no haya sabido apreciar los conocimientos" de estos profesionales para hacer frente al virus.

Presidente de la Asociación nacional de Veterinarios Especialistas en Sanidad y Producción Apícola (Avespa) y vicepresidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Huesca, Rafael Blanc ha sido durante muchos años el único veterinario apícola de la provincia y, como buen autónomo, tiene su campo de acción muy diversificado y se dedica al porcino y a las mascotas. Desde hace un año y medio su labor profesional ha saltado las fronteras provinciales y, en la empresa Biopic, de medicamentos apícolas, recorre España aportando principalmente asesoramiento técnico.

Nada del medio natural le es ajeno. Asocia sus recuerdos de la infancia a estar en contacto con la naturaleza y todo tipo de animales en Monzón, también ayudando a su madre con las cerdas que tenía para criar lechones. En su gran afición al deporte, dejó de lado canchas y se abrió a la montaña yendo a esquiar con el grupo de su localidad en el autobús de Aventín a Tuca (Viella), a Cerler... -"mis padres me daban 1.000 pesetas para el bus y forfait"-, hobby para la que sigue guardando unos días al año y se escapa con un amplio grupo de amigos a los Alpes. Luego fue la bicicleta -BTT y de carretera- desde la que no se le escapa detalle de todo lo que pasa por los campos. Incluso el amor surgió en plena naturaleza; fue en el camping Aneto, de Benasque, donde conoció a Isabel, con quien se casó en 1994.

Como hijo de trabajador de Hidronitro, estudió en Salesianos y luego pasó al Instituto Mor de Fuentes. Era buen estudiante y dio el coherente paso siguiente, Veterinaria en la Universidad de Zaragoza. "Estoy muy agradecido a mis padres por darme esa facilidad para poder formarme. Mi madre decía -recuerda- que lo mejor que podía dar a su hijo era una buena cultura, porque eso ni se lo robarían ni lo malgastaría. ¡Qué razón tenía! Lo demás lo pone cada uno". Y en su caso sumó su gran capacidad de trabajar y de implicarse.

Una vez concluida la carrera y mientras esperaba a hacer las milicias se apuntó a un curso de apicultura, un tipo de ganadería "completamente distinta" a lo que estudió en la facultad. Y le gustó. Ya en la mili, su profesor le llamó porque habían creado la Asociación de Apicultores de Huesca y necesitaban un veterinario, puesto que ha ocupado desde 1989 y durante 29 años. También entró en la ADS de Ganador Porcino y actúa en La Litera, Cinca Medio, Somontano y Ribagorza. "Lo de las mascotas -explica Blanc- llegó con las visitas "yaque", o sea, las que surgen cuando vas a granjas o a torres y te dicen: "Ya que estás aquí, puedes echar un ojo al perro". En ese sentido, se considera un "veterinario de pueblo" y no deja de atender cualquier caso que le presentan; no hay horarios.

Su actividad le ha llevado a seguir formándose, y tiene un máster en Producción Porcina, de la Universidad de Barcelona, un título sobre pequeñas mascotas e hizo un posgrado en Apicultura en la Complutense de Madrid, de donde surgió la asociación Avespa, que preside, y que tiene, entre otros, los objetivos de ser un nexo de unión entre compañeros, representar a la profesión de veterinario de apicultura, "con la que tenemos una deuda porque siempre ha estado muy abandonada", lamenta, y que "el sector tenga especialistas que sepan asesorarle".

Desde su gran conocimiento del mundo de las abejas, extrae las mejores lecciones: "Nos puede enseñar muchas cosas el espíritu de la colmena", donde "la reina no reina, sino que son las obreras las que deciden; se comunican y toman decisiones por el bien del ente superior, que es la colmena, no de una abeja".

Por su labor, conoce en profundidad temas que hoy saltan a la vida cotidiana: pandemia, aislamiento, confinamiento, bioseguridad... "Los veterinarios sabemos lo que es un virus diseminándose en una granja. Estamos acostumbrados a tratar los problemas en poblaciones -corrobora-. Si tienes una enfermedad siempre es el colectivo", no el individuo.

Por eso lamenta que no se haya contado para afrontar la covid-19 con este sector, que podía haber ayudado "a que esto pasara de otra manera. Aislar, encuesta epidemiológica, chequeos masivos, erradicar", enumera. "El confinamiento ha sido fundamental, una decisión radical que podíamos haber ayudado a tomar 15 días antes. No se ha actuado lo rápido que se debería. Si en el incendio de una casa tardo en avisar a los bomberos y uno llega sin manguera y otro sin agua, la casa se me ha quemado, y eso es lo que ha pasado", concluye.