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Saray provoca la ira del jurado de "Masterchef" y de la audiencia

La concursante presentó una perdiz sin desplumar en una prueba de eliminación

Saray provoca la ira del jurado de "Masterchef" y de la audiencia
Saray provoca la ira del jurado de "Masterchef" y de la audiencia
S.E.

MADRID.- Masterchef y Saray se convirtieron en tendencia en Twitter con una avalancha de críticas a la concursante, que se atrevió el lunes por la noche a servir una perdiz sin desplumar y fue duramente reprendida por el jurado, especialmente por Jordi Cruz, que hasta reconoció que fue un error haberla "fichado".

Además del eco en redes sociales, el cuarto programa del concurso culinario se convirtió en lo más visto del lunes con más de 2,9 millones de espectadores, un 21,8 % de cuota, según los datos de RTVE.

Saray no comenzó con buen pie el lunes, ya que en la primera prueba del concurso, en la que disponían de 90 minutos para cocinar un postre con frutas que les recordase a su niñez, despachó rápidamente unas "galletas morunas" y un batido, mientras sus compañeros se afanaban en recetas más complicadas ante el maestro pastelero Christian Escribá.

Eso le costó recibir directamente el delantal negro y un primer enfrentamiento dialéctico con los jueces. Después de la prueba de exteriores, que se desarrolló en el set de rodaje de la serie La casa de papel, la primera polémica vino de la mano de Andy, quien decidió salvarse a sí mismo, pero pronto se vería solapada por la actitud de Saray.

Fue también Andy quien, ante los roces de la concursante con sus compañeros, algunos de ellos ante las cámaras, decidió penalizarla al repartir las cajas misteriosas y el tiempo para su cocinado.

La de Saray contenía, entre otros ingredientes, una grouse (un apreciado y caro tipo de perdiz) y 20 minutos para desplumarla y cocinarla, así que decidió tirar la toalla y, en un desafío al jurado, servirla tal cual sobre una salsa, pese a las advertencias previas de Pepe Rodríguez, quien le recomendó que no cometiera esa falta de respeto al programa.

Con su "pájaro muerto en lo alto de un plato", que sirvió cantando "volando voy, volando vengo", se llevó una bronca monumental del jurado, especialmente de Jordi Cruz, quien reconoció que habían cometido un error al seleccionarla como concursante en una edición, la octava, que batió récord de inscripciones con casi 30.000 candidatos.

En Twitter, donde Masterchef tiene un activo papel, las reacciones a favor del jurado y en contra de la concursante no se hicieron esperar: desde las comparaciones al ya famoso plato "león como gamba" que también exasperó a Cruz a bromas sobre el futuro de la concursante en programas del grupo Mediaset.

Pero también críticas a su "falta de educación" siendo Saray educadora social y, especialmente, a cómo desaprovechó la oportunidad de ser un ejemplo de éxito y dar visibilidad a los colectivos transexual y gitano.

La ya exconcursante se disculpó en la misma red social: "La verdad es que me pudo la situación y soy muy de arrebatos. Sentía que ya estaba escrito, que era mi momento de irme... y me bloqueé, me vine abajo y me superó... Lo siento @MasterChef_es", y también agradeció las muestras de apoyo recibidas por su plante ante el jurado.

El concurso tampoco se ha librado de algún rapapolvo por fichar a aspirantes atendiendo más al juego que puedan dar ante la audiencia que a su talento culinario.