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Aída Sánchez Aso: “Sin querer, mi tiempo libre es para imaginar nuevos espacios”

“Me encanta encontrarme con un ejercicio de dibujo técnico con el que tenga que estrujarme la cabeza”

Aída Sánchez Aso: “Sin querer, mi tiempo libre es para imaginar nuevos espacios”
Aída Sánchez Aso: “Sin querer, mi tiempo libre es para imaginar nuevos espacios”
S.E

Es JTV (de Jaca de toda la vida). Nace en 1987. Creativa desde pequeña, siempre con un lado científico. Con 12 años quería ser diseñadora de montañas rusas y aunque el camino se desvía algo de su trayectoria acaba siendo arquitecta en 2012, mal momento para casi cualquier trabajo. En 2014 comienza en Zaragoza con Dovela y desde hace un tiempo está de vuelta en su ciudad natal.

¿Cómo descubriste tu vocación?

- Siempre he disfrutado jugando y construyendo de todo. Mi madre de pequeña me gritaba "¡Aída, haz el favor de no tener tanta imaginación!". La mayoría de las veces, de forma justificada. Había inventado algo para cazar hormigas o construir un refugio en mi habitación. Cuando pude elegir, dudé con Ingeniería de diseño, pero ganó Arquitectura.

¿Qué supone el diseño para ti?

- Es mi forma de vida. Sin querer, cuando paro de trabajar, mi tiempo libre es para imaginar nuevos espacios. Eso sí, esta vez desde el sofá. De hecho, siempre que diseño, digo que estoy jugando.

¿Dónde consigues la inspiración?

- No la busco, me encuentra. Cada día se me ocurren 2 o 3 ideas. La mayoría no valen, pero si sigo dándole vueltas a una más de una semana, tengo que buscar el modo de llevarla a cabo.

¿Es diferente el diseño femenino del masculino?

- No lo creo. Es diferente un buen diseño de uno malo o de algo exento de diseño. En una casa, por ejemplo, se nota muchísimo. Es imprescindible imaginarte dentro y viviendo. Pensar si el cubo de la ropa sucia va a estar lejos de la lavadora, dónde se tiende o si la luz del oeste es demasiado baja para colarse por la persiana y no dejarte ver la tele. Y además, cuidar que los espacios sean armoniosos y con el máximo aprovechamiento. La forma y la función deben ir de la mano.

¿Tienes grandes proyectos guardados en el cajón?

- Muchos. De todos los que se hacen, pocos se acaban llevando a cabo.

¿A quién le harías la reverencia?

- A nadie. Hay personas que sigo en la distancia y muchas de mi entorno a las que considero brillantes, pero no creo que haga falta un trato preferencial. La mejor forma de valorar a una persona es prestarle atención y aprender de ella.

Según Howard Gardner, no hay buen profesional que sea mala persona. ¿Conoces a alguno para contradecirle?

- Es difícil saberlo. Cuando he intentado mover proyectos más grandes, me he encontrado con mucho tiburón con ganas de aprovecharse de tu trabajo y tu tiempo sin soltar un euro. No sabría decir si son buenos profesionales, pero al menos no las mejores personas.

¿El negocio es la negación del ocio o te diviertes currando?

- Para nada. La suerte de montar tu empresa es que es como un traje a medida, sienta bien. No todos los días apetece y siempre me quedaría 5 minutos más en la cama, pero lo disfruto mucho.

¿Qué es lo mejor y lo peor de tu trabajo?

- Tengo claro qué es lo peor: las facturas, la contabilidad, el banco, los recibos... Lo mejor no lo sé. Me encanta encontrarme con un ejercicio de dibujo técnico con el que tenga que estrujarme la cabeza.

¿Cuáles son las líneas maestras de tu academia de dibujo?

- Dovela Academia, de la que somos responsables Gabriel Anaya y yo, nace en 2014 en Zaragoza. Las líneas maestras no las he marcado, sino que se ha ido transformando a su ritmo. Una vez cambié de local, las clases de dibujo para Bachiller y Universidad iban cada vez mejor. Hoy, los opositores a profesorado de Dibujo son nuestra fuente principal de alumnos. A principios de curso comenzamos la formación on line y tenemos profes de toda España.

¿Cómo surgió el dibujo que hizo para el atípico Primer Viernes de Mayo?

- No puedo evitar sentir algo especial por esa fiesta. Los días de antes ya daba vueltas por casa, que si las migas, que si la bandera para la terraza... Me apetecía preparar algo para los amigos. Estuvimos pensando con Gabriel y se le ocurrió hacer una perspectiva cónica en la pizarra. Primero hice un dibujo esquemático y después el otro. El vídeo fueron 10 minutos, pero editarlo es otra cosa. Allí no tengo tanta práctica.

¿El coworking será la tónica general en el futuro?

- Dovela Coworking se establece en 2015. Fue de los primeros de Zaragoza, empezó con 8 puestos de trabajo y ahora tenemos 22 en casi 200 metros. Este tipo de espacios es una forma genial de no sentirte solo cuando trabajas de freelance. No sé si seguirán funcionando mejor o peor en el futuro. Dependerá de cómo evolucione el mercado laboral. La resiliencia es vital y los coworkers de Dovela somos como una familia. Pese al virus, seguimos teniendo ganas de volver y tomar café juntos.

¿Por quién doblan las campanas?

- Por mis abuelos. El valor del esfuerzo me lo transmitieron ellos y mis padres.

¿Hace un casting para seleccionar sus amistades?

- Es una pregunta muy difícil. Los amigos y las amigas del cole siempre están allí, puedes verlos poco, mucho o nada en años, pero cuando te mueves, el que se presenta al casting eres tú.