Sociedad

LA ENTREVISTA

Luis Valero: "Dijo el presidente que soy esencial, pero no tengo derecho a nada"

Con el coronavirus, se ha disparado la venta de pasatiempos y ha caído la de prensa rosa

Luis Valero: "Dijo el presidente que soy esencial, pero no tengo derecho a nada"
Luis Valero: "Dijo el presidente que soy esencial, pero no tengo derecho a nada"
R.G.

HUESCA.- Luis Valero, propietario del quiosco de prensa de los porches de Galicia, de Huesca, está pasando la peor crisis de su vida a causa del coronavirus. "Llevo 35 años vendiendo prensa y revistas aquí y jamás en la vida he visto algo así", afirma, a la vez que reconoce que esta situación le produce, cada día, "mucha ansiedad y mucha preocupación porque viene muy poca gente, aunque ahora llevamos ya 8 o 10 días que va un poco mejor", a causa de la puesta en marcha de las dos primeras fases del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad que ha llevado en sí el levantamiento de algunas de las medidas establecidas en el Estado de Alarma para contener la expansión de la pandemia. "Pero -insiste- al principio fue un verdadero desastre".

Cuando se le pregunta cuánto tiempo puede aguantar en estas condiciones, dice con una media sonrisa: "Yo pienso que en un par de meses o tres se irá recuperando la cosa, aunque lo que ya hemos perdido no lo recuperaremos".

Luis, además, es de los que no se han podido acoger a las tan cacareadas ayudas públicas. "Desgraciadamente no tengo ninguna ayuda porque dijo el presidente que yo era una persona esencial, lo que será importante para el presidente, porque yo hubiera ganado dinero estando en casa, que mi empleado hubiera ido al ERTE y a mí algo me hubiera llegado del Gobierno central y del Ayuntamiento. Soy esencial pero no tengo derecho a nada".

Estas semanas singulares, por otro lado, han traído significativos cambios en las ventas en este quiosco. Y es que, en estos momentos, lo que más se vende es pasatiempos, "crucigramas, sopas, cruzadas, autodefinidos para mujeres, una barbaridad. Antes no se vendían tanto, pero ahora es una maravilla".

Sin embargo, ha caído espectacularmente la venta de las llamadas revistas del corazón, la prensa rosa, "ya que personas de más de setenta años han venido prácticamente un cinco por ciento de las que venían antes". Así, "la venta de las revistas del corazón ha descendido un setenta por ciento".

Al mediodía cierra el quiosco, "porque si por la mañana vendo poco, por la tarde no vendo nada".

Para acabar, un deseo: "Que haya mucha salud, que terminen los fallecimientos, y entre todos saldremos adelante".