Sociedad

VOLUNTARIADO

Mercedes Cuello Oliván: "Tiene que gustarte y salirte de dentro, no es para ponerte una etiqueta"

Nos relata los 19 años que lleva como voluntaria en Cruz Blanca Huesca

Mercedes Cuello Oliván: "Tiene que gustarte y salirte de dentro, no es para ponerte una etiqueta"
Mercedes Cuello Oliván: "Tiene que gustarte y salirte de dentro, no es para ponerte una etiqueta"
S.E.

¿Qué le llevó a ser voluntaria?

-Era algo que vivía desde niña en mi familia. Un poco abocada ya estaba. Cuando conocí Cruz Blanca, aunque yo ya era voluntaria en otros sitios, vi que suplía todo mi tiempo y para poder dedicarme al 100 por 100 a Cruz Blanca, dejé los demás por su gran labor altruista y por los grandes proyectos. Mi padre hacía zapatos a medida, sobre todo para personas con diferentes patologías como la polio. También trabajaba mucho para conventos de la ciudad y, lógicamente, a ellos no les cobraba, tampoco a las personas cuya economía no les permitía pagar.

¿Por qué motivo escogió esta entidad?

-Me pareció una institución que ayuda siempre a todo el mundo. Su lema es acoger a compañeros y familias. Llevo 19 años con ellos desde cuando mis hijos ya eran mayores e independientes. Mi marido había muerto bastante joven y yo tenía tiempo. Ya conocía Cruz Blanca de mis abuelos, que donaban ropa y a raíz de eso fui a la casa que tenía en la calle San Lorenzo, conocí su labor y trayectoria y me quedé, digamos, totalmente enganchada. Al principio hacía labores administrativas, porque ha sido siempre mi profesión. Ya había muchos proyectos y esta casa, en la calle San Lorenzo, se quedaba pequeña.

¿Qué le reporta esta labor?

-Aparte de la satisfacción total, el estar allí enseña a minimizar nuestros pequeños problemas. Eso es muy importante. Lógicamente, tienes que tener una salud óptima. Cuando las personas a las que ayudas te conocen y ven que eres de confianza y que no juzgas, y eso es cuestión de tiempo, te cogen confianza y te cuentan su vida. Es muy importante no juzgar nunca. Eso no nos compete a nadie.

¿Por qué animaría a otras personas a hacerse voluntarios?

-Primero por la gran satisfacción personal de poder colaborar en este mundo y máxime ahora. Con lo que estamos viviendo con el coronavirus, es una gran ocasión para el voluntariado. Tiene que gustarte y salirte de dentro, no es para ponerte una etiqueta de voluntariado, sino para refrendarlo con hechos diarios.