Sociedad

PREMIO DE LA CAIXA

Rubén Labrador, Mafalda Marro, Rafael Comino y Elisa Lanau: "Las abejas son la base de los ecosistemas y la clave de la seguridad alimentaria"

Los estudiantes de Segundo de Bachillerato del IES Ramón y Cajal han ganado un concurso nacional de La Caixa gracias a sus sensores para monitorizar las colmenas

Rubén Labrador, Mafalda Marro, Rafael Comino y Elisa Lanau: "Las abejas son la base de los ecosistemas y la clave de la seguridad alimentaria"
Rubén Labrador, Mafalda Marro, Rafael Comino y Elisa Lanau: "Las abejas son la base de los ecosistemas y la clave de la seguridad alimentaria"
S.E.

HUESCA.- Elisa Lanau, Rubén Labrador, Rafael Comino y Mafalda Marro son 4 estudiantes oscenses que han creado Beetality, un proyecto que les ha valido un premio nacional de La Caixa.

Estos alumnos y alumnas de Segundo de Bachillerato del IES Ramón y Cajal consiguieron que su idea, unos sensores para monitorizar las colmenas, fuera seleccionada entre 2.000 más, todo un logro por el que recibirán un Mac cada uno.

¿Cómo os habéis sentido al ganar el premio de La Caixa entre tantos proyectos—

Nos sentimos muy honrados, porque todos los proyectos presentados estaban muy bien desarrollados. Llevamos toda la semana en una nube.

Cuando el estado de alarma pase, ¿cómo lo vais a celebrar—

Nos reuniremos con nuestra profesora Elisa Ereza y lo celebraremos todos juntos con una comida en el campo, aprovechando para disfrutar de los rincones oscenses.

Aunque al final no podréis viajar a Silicon Valley (EEUU), que era el premio inicial del certamen, cada uno de vosotros recibirá un Mac. ¿Satisfechos o hubierais preferido el viaje—

El Mac es un gran regalo que nos va a venir muy bien para este año universitario. Sin embargo, la experiencia de la que habríamos disfrutado y aprendido no se compara con nada.

¿Cómo se ha creado el proyecto Beetality y cuál es su objetivo—

Desde el principio teníamos claro que queríamos desarrollar un proyecto socialmente sostenible, barajamos varias posibilidades: despoblación, ahorro de agua en la agricultura... Finalmente nos decantamos por las abejas. Cuanto más leíamos sobre ellas más nos impactaba la gran labor que realizan y los peligros a los que se enfrentan. Contactamos con expertos locales como Ángel Bergua que nos hablaron de las necesidades del sector e intentamos satisfacerlas sin renunciar a la rentabilidad del negocio. Lo más difícil fue encontrar ese equilibrio entre el bien que queríamos causar y una idea que pudiera ser llevada a la práctica.

¿Cómo se os ocurrió esta idea y cuánto tiempo os costó desarrollarla—

Una vez habiendo delimitado el campo en el que nos queríamos enfocar, nos limitamos a dar solución a sus retos más imperantes. Desarrollar la idea base nos costó un mes, a partir de entonces no hemos dejado de trabajar en ella e intentar mejorarla. El Campus Virtual de EduCaixa fue un gran apoyo y los consejos de nuestro Educoach Roberto Lepori añadieron un gran valor. Beetality solo es el comienzo, nuestro proyecto no es solo un negocio, es una filosofía de vida a la que aún le queda mucho por crecer. Cada día que trabajamos en el proyecto y aprendemos algo más nos lo replanteamos para que no pierda sus raíces; ese es el eje de nuestra filosofía y el motor que nos hace progresar.

¿Qué novedades presenta respecto a otras aplicaciones del sector—

Beetality nace por y para los apicultores, es tan suya como nuestra. Por eso nuestra app es intuitiva y personalizable para facilitar la digitalización del sector. En cuanto a la parte técnica, somos los pioneros en aplicar el BigData a la recogida de información sobre la producción de las colmenas para garantizar unos cruces de progenie óptimos, maximizando así la productividad.

En la provincia hay 30.000 colmenas y vuestro objetivo es llegar a 1.000 el primer año. ¿Cómo lo vais a conseguir—

El proyecto está en fase de desarrollo, queremos aseguramos de dar el mejor servicio posible, sin perder la cercanía con nuestros clientes. Todavía nos falta mucho por aprender y esta idea merece ser desarrollada cuidando cada detalle para generar un cambio profundo y duradero. El horizonte que ahora nos planteamos es conseguir fuentes de financiación y trabajar en el aspecto económico. Pero nuestro gran reto ya lo hemos conseguido; hacer consciente a la gente de la importancia de las abejas y la apicultura.

Con este proyecto reivindicáis la apicultura. ¿Por qué es tan imprescindible—

La apicultura contribuye a la continuidad del hábitat y a la biodiversidad del ecosistema, favorece la polinización y la producción de, entre otros, miel, propóleo, polen, cera y da trabajo a miles de personas.

El número de abejas ha disminuido en un 33 por ciento en las últimas tres décadas. ¿Cuáles son las consecuencias de esta tendencia—

Podríamos resumir las consecuencias en una frase comúnmente atribuida a Einstein: "La vida sin abejas sería un desastre global, al hombre solo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización ni hierba ni animales ni hombres". Las abejas son la base de los ecosistemas, y la clave para el mantenimiento de la seguridad alimentaria: el 84% de cultivos de la Unión Europea salen adelante por la polinización. Sin ellas, la vida tal y como la conocemos desaparecería. Pero todavía estamos a tiempo de hacer algo para evitarlo: únete a nuestra colmena, toma conciencia de tus actos y adopta el ecologismo como principio; cuidar de ellas es cuidar de nosotros mismos.