Sociedad

CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA

Las mascarillas, una barrera para los virus... y para la comunicación

La evolución nos ha programado para detectar caras y priorizamos los rostros por encima de otros elementos del entorno

Las mascarillas, una barrera para los virus... y para la comunicación
Las mascarillas, una barrera para los virus... y para la comunicación
S.E.

PAMPLONA.- Las mascarillas de diversos tipos que utilizamos desde hace semanas para protegernos de la infección del coronavirus son una barrera para la covid-19, pero también suponen un obstáculo añadido a la comunicación interpersonal y, de hecho, son un grave inconveniente para la conversación con personas sordas.

Las máscaras son tan antiguas como la propia humanidad. Han servido para despertar emociones diversas en ámbitos como los rituales religiosos, las funciones teatrales o los actos festivos, pero en este caso, aunque necesarias, son un impedimento mayor que el que imaginamos para la comunicación.

EL CEREBRO HUMANO, PROGRAMADO PARA DETECTAR CARAS

La evolución nos ha programado para detectar caras. En cualquier lugar en el que nos encontremos, el cerebro prioriza los rostros por encima de otros elementos del entorno, ha explicado a Efe Elkin Luis, profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra.

Por ello, ha indicado, "cuando nos encontramos frente a información que no es muy clara", como la ocultación de la mitad del rostro en una conversación, "el cerebro hace 'chapuzas' y realiza una interpretación para llenar ese vacío" en función de las ideas que ya tiene establecidas.

Los estudios revelan de hecho que hay emociones relacionadas con la parte superior de la cara, como la tristeza o el miedo, y otras que están más asociadas a la parte inferior, como el asco y la felicidad.

Así, ha comentado Luis, con el uso de mascarillas probablemente no seremos tan hábiles a la hora de interpretar las emociones asociadas a la parte inferior del rostro y "se van a generar procesos de confusión o errores de interpretación frente al estado emocional del otro". Se puede confundir por ello la ira con el asco o el miedo con la sorpresa.

Esto se debe a que "nuestro cerebro, con lo que percibe en los ojos, interpreta lo que está pasando debajo" de la mascarilla, ha afirmado el investigador.

LA MÁSCARA TEATRAL, UNA HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN

El ser humano siempre ha confeccionado máscaras. En el teatro clásico tenían incluso la función de amplificar la voz de los actores, ha señalado Fuensanta Onrubia, profesora de la Escuela Navarra de Teatro.

También se han utilizado en el teatro para identificar a un tipo de personaje o un arquetipo, como en las máscaras de la comedia del arte, pero la mascarilla sanitaria, ha resaltado, "mutila todo lo que tiene que ver con la comunicación emocional y evidentemente es un impedimento".

"Para mí, la mascarilla es un elemento de separación entre el otro y yo, es un obstáculo claro a este tipo de comunicación", ha asegurado Onrubia.

En el mundo del teatro, ha dicho, "esto lo tenemos muy claro, la expresión facial es uno de los lenguajes, uno de los códigos, y tiene mucho que ver con comunicar emociones. En el teatro, todo lo que tiene que ver con la expresión facial es un código que hay que trabajar, porque estamos comunicando un montón de cosas".

Como el uso de mascarillas es inevitable, al menos por ahora, en la ENT van a intentar integrarlas en las primeras representaciones con las que próximamente retomarán su actividad. "Vamos a explorar directamente con este tema", ha apuntado.

MOSTRAR LA CARA A LAS PERSONAS SORDAS

Si las mascarillas ya suponen de por sí un obstáculo a la comunicación, para las personas sordas son una barrera a veces infranqueable, ya que limita en gran manera el diálogo mediante la lengua de signos.

"Yo normalmente solo me muevo por la zona de mi domicilio y ya todos me conocen, saben que soy una persona sorda. Todos ponen de su parte y se bajan la mascarilla, respetando la distancia de seguridad de dos metros", ha relatado la presidenta de la Asociación de Personas Sordas de Navarra (Asorna), Sofía de Esteban.

Pero lo peor, ha destacado, son los supermercados: "Ahí sí que me da más miedo, porque hay muchísima gente y bajarse la mascarilla puede ser más problemático".

De Esteban ha subrayado que es muy importante que una persona sorda pueda ver las caras de los demás: "Es como si fuera el tono, puedes entender si una persona está más alegre, más enfadada o más triste; es una exclamación, una emoción. Así sé si la persona con la que hablo está enfadada o está riendo".

Además, en la lengua de signos también juega un importante papel la vocalización. Hay personas sordas que leen los labios y tienen problemas para comunicarse con alguien que lleva mascarilla, porque la cara les da "muchísima información", ha indicado.

Incluso, hay palabras como "dulce" y "dolor" que comparten el mismo gesto en lengua de signos y que se diferencian mediante la expresión facial.