Sociedad

OBITUARIO

Fallece Enrique Calvera, primer director del Museo barbastrense

Fue delegado de Patrimonio en sustitución de Manuel Iglesias desde 2001

Fallece Enrique Calvera, primer director del Museo barbastrense
Fallece Enrique Calvera, primer director del Museo barbastrense

BARBASTRO.- Enrique Calvera, el primer director del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón y delegado de Patrimonio desde el año 2001, ha fallecido este miércoles, después de toda una vida entregada a la causa de la iglesia y de los bienes artísticos de las parroquias aragonesas que se encuentran en Lérida.

Servidor sencillo, trabajador y muy estudioso, había recibido precisamente el pasado mes de diciembre un reconocimiento junto con su amigo Manuel Iglesias con el nombre puesto a la plaza sur de la Catedral barbastrense.

Ambos fueron adalides en la recuperación y mantenimiento del patrimonio. Calvera, en el antiguo museo desde 1978 y posteriormente en las flamanes instalaciones habilitadas para dotar de la solemnidad propia del valor de las obras y de la divulgación mediante su disfrute, hasta que en 2019 se jubiló. Previamente, en 2001 sustituyó a Manuel Iglesias como delegado de Patrimonio de la Diócesis.

Ha sido, además, uno de los principales conocedores del litigio por la devolución de bienes ya que por su cargo participó en reuniones conjuntas entre los obispado desde que el prelado Ambrosio Echebarría pensó en la delegación diocesana de Patrimonio para reclamar las obras por escrito, en cumplimiento del Decreto del Nuncio Apostólico de España, en junio de 1998.

Portó en mano la primera carta de reclamación de las obras de arte, acompañado por Manuel Iglesias en la visita al Obispado de Lérida, aunque le reconocía que no les hicieron "ningún caso y mosén Tarragona advirtió que no entregarían ninguna obra" Así que pensé, ¡bien empezamos!...Todo lo que ofrecieron fue el sarcófago de Nachá, bastante deteriorado pero no lo trajimos. Han pasado 21 años y no han devuelto las obras de las parroquias aragonesas", declaraba a este diario en una entrevista.

La reclamación por vía civil fue "una decisión del Obispo, arriesgada pero necesaria aunque nadie podrá decir que no se hayan intentado todos los caminos posibles, entre ellos el diálogo, desde el inicio", agregaba. En la jornada que se conoció la sentencia recordó aquellos primeros momentos, "era el día de los Santos Inocentes y ahí comenzaron las inocentadas. La sentencia del juez fue motivo de alegría.