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Barbastro acoge a familias que pidieron protección internacional

Tres de las cinco que la solicitaron ya residen en pisos alquilados por Cepaim

Barbastro acoge a familias que pidieron protección internacional
Barbastro acoge a familias que pidieron protección internacional
S.E.

BARBASTRO.- Tres familias de cinco que solicitaron Protección Internacional ya residen en los pisos alquilados por la Fundación Cepaim (1994) que ha abierto el Centro Uga Maluga en Barbastro, el número 35 de los que tiene en España, primero en la provincia de Huesca y el tercero en Aragón, donde disponen en Teruel, desde hace 15 años y en Zaragoza hace 4. El sistema nacional de acogida e integración de solicitantes y beneficiarios de protección internacional es de titularidad pública y la competencia es del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. En concreto, de la Secretaría General de Emigración e Inmigración, aunque el otorgamiento del estatuto de asilado compete al Ministerio de Interior.

Los cinco pisos de alquiler se distribuyen entre varias calles y no se conocen datos concretos. "En general son familias que han llegado a España en situaciones muy dramáticas, han huido de sus países de origen, vienen con deseo de encontrar la paz que no tienen allá, y se les hace muy larga la espera hasta que consiguen permisos de trabajo", según informó la coordinadora territorial, Rocío Gregorio.

La importancia de la diversidad cultural y la igualdad de género "como semilla de prosperidad en una sociedad moderna e integradora como es Barbastro", son algunos aspectos en que inciden siete profesionales en el ámbito social.

Las tres familias y dos pendientes de venir a Barbastro comenzarán la primera fase de acogida y Cepaim les proporcionará atención psicológica, jurídica y de vivienda durante seis meses.

"En este tiempo se trabajarán itinerarios de empleo e inserción en el territorio con objeto de facilitarles las herramientas necesarias para la búsqueda activa de empleo y el acceso a la vivienda de forma autóctona en una segunda fase de acompañamiento que puede durar hasta dos años. Hasta la tercera fase final con plena independencia, integración social y laboral", informan desde la Fundación.

Juan Antonio Segura, director general, se refiere al Centro Uga Maluga como "la casa de muchas personas diversas, comprometidas, solidarias, con quienes convivir, aprender y promover la igualdad de derechos y de trato". Por su parte, como señala Rocío Gregorio, "llegamos a Barbastro con mucha ilusión para realizar nuestro trabajo y tenemos buena acogida por parte de las administraciones. A partir de ahora, Uga Maluga es también la casa de la ciudadanía".

La sede ha sido posible gracias al convenio de colaboración que se firmó el 5 de marzo de 2019 entre Juan Antonio Segura, Pilar Bernadó, coordinadora autonómica en Aragón, y Antonio Cosculluela que era presidente de la Fundación Ramón J. Sender.

La posibilidad de abrir un Centro territorial surgió en las I Jornadas sobre Migraciones y Refugiados que organizaron Fundación Ramón J. Sender, Centro de la Uned, Centro de Estudios y Recursos de Memorias de las Migraciones, en mayo de 2018. Migraciones y refugiados fueron temas de contenido de aquel evento dirigido por Martín José Guerola, experto en migraciones, coordinado por Juan Carlos Ferré, director del Centro de Estudios que impulsó hace trece años.

EXPERIENCIA EN NUEVE COMUNIDADES AUTÓNOMAS

Estas familias se suman a 33.000 personas, de 5.778 familias, atendidas durante 2019 en España, procedentes de 120 naciones. Barbastro se incorpora a la red nacional de 36 centros territoriales entre nueve comunidades autónomas que gestionaron 170 proyectos con 2.102 inserciones laborales y 1.152 entidades colaboradoras, según datos de la memoria. Del equipo Cepaim forman parte 856 personas y más de 500 voluntarios.

El Centro Uga Maluga recibe este nombre del cuento escrito por Angélica Muñoz que se presentó en el Centro de la Uned de Barbastro el 13 de noviembre de 2013. Se basa en la historia de una niña subsahariana que emprende un viaje con su madre en busca de una vida mejor. Es un trabajo de ilustración y edición becado por el Centro de Estudios del Somontano que colabora con el Centro de Migraciones de Aragón. En el curso 2013-2014 se distribuyeron 550 ejemplares en colegios de Aragón con gran repercusión entre los alumnos de Barbastro.