Óscar Sanz: "En la historia está lo que no vemos los aficionados, la maquinaria interna"

HUESCA.- El diseñador gráfico y dibujante Óscar Sanz presenta este lunes por la tarde en la librería Másdelibros de Huesca (18:30) su cómic Casablanca, Madrid, París, que trata sobre el triunfo del Real Zaragoza en la Recopa del año 1995.

Sanz explica que la idea surgió hace un par de años. Daniel Viñuales, de GP Ediciones, se la sugirió y encargó. La mediación del periodista Chesús Santamaría permitió establecer un contacto directo con Víctor Fernández, que es al final el personaje principal de esta obra.

En ella el autor muestra "el punto de vista del entrenador", lo que supone una novedad, pues "se suele reflejar la visión de los jugadores o los equipos".

Sanz contó con la colaboración del técnico zaragocista, que entonces aún no había regresado al banquillo del equipo. "Tuvimos a Víctor para narrar de una forma diferente la historia, cómo la vio y contarnos anécdotas", destaca Sanz, que cree que la situación del técnico tiene especial interés porque está a una misma distancia de jugadores, directiva y afición y ofrece "una visión más amplia".

Sanz comenta que la final contra el Arsenal acaba siendo una "excusa" dentro de la historia, pues entre las jugadas minuto a minuto, "van apareciendo flashback desde el año 89, cuando Víctor entra como segundo de Radomir Antic".

El libro va reflejando como "va conociendo el oficio, las relaciones con los jugadores, cómo coge las riendas del equipo, la toma de decisiones, el sufrimiento que implica o la relación con tres presidentes". Por ello, cree que será novedoso para el lector.

El título hace referencia a los inicios de Víctor Fernández en el Stadium Casablanca, a la final de Copa del Rey en Madrid y a la victoria en París.

"Cuenta lo que no vemos los aficionados, la maquinaria interna", afirma Sanz, que cree que se acaba viendo que "conseguir la gloria no es un camino de rosas. De puertas adentro hay trapos que no vemos y sacrificio".

Los que lo han leído comprueban que no es un cómic "a favor de obra", sino "con los pies en el suelo" y personajes "más humanos".

Respecto a la parte del dibujo, Sanz se apoya en su estilo personal, con "ángulos imprevisibles, viñetas de 360 grados que te hacen sentir dentro de la historia y que estás pisando el césped. Hay posiciones de páginas arriesgadas y pretendo que aporten más que una secuencia. Son composiciones que hacen sentir partícipe al lector". Para ello usa también códigos procedentes del manga.

Sanz reconoce que el primer lector es el zaragocista, pero él siempre ha tenido la intención de que "lo primero fuera un cómic y se pudiera disfrutar como tal. No deja de ser el viaje del héroe". Y señala que ha comprobado que funciona con su pareja, socia del Huesca.

Para esta temporada desea el ascenso del Zaragoza y del Huesca, ciudad en la que reside en la actualidad.