Luis Artero Canals, tesorero y secretario del Banco de Alimentos: "Abril sobre todo fue muy duro, con 70 lotes de alimentos diarios"

¿Qué le llevó a ser voluntario?

-Me llamó mi amiga Julia Lera (presidenta del Banco de Alimentos) para colaborar. Me acababa de jubilar y no pensaba en nada de este tipo. No fue una vocación, pero vi que hacía falta echar una mano para todo el trabajo que hacen para una campaña anual de recogida de alimentos. Luego, ya metido allí, me di cuenta de que podía hacer una buena labor y llevo cuatro años.

¿Cómo le convencieron para entrar y para seguir?

-Me llamó mi amiga Julia para pedirme ayuda y no hace falta convencerme para eso. Luego, tras la gran recogida de alimentos, fui a la sede y vi su la labor y que podía ayudar y me quedé. Así de simple. Pensé que podía ser bueno para el funcionamiento del Banco y para su objetivo, que es llevar alimentos a los que más los necesitan.

¿Qué le reporta esta labor?

-Satisfacción y no estar ocioso, hacer algo que me compromete y que creo que hay que hacer. Lo puede hacer mucha gente, hay muchos en este voluntariado y otros.

¿Por qué animaría a otros a hacerse voluntarios?

-Es muy personal. Pueden creer que hacen bien con su labor en el voluntariado, dando clases o estudiando. Es muy personal, pero para la gente que esté sin saber qué hacer y tenga inquietud, el voluntariado es un fin muy bueno y ayuda a los que más lo necesitan. Cada uno que haga lo que más le llene o guste.

¿Cuáles son sus labores?

-Soy secretario y tesorero. Llevo toda la cosa administrativa con Julia, lo que no quiere decir que no haga trabajo manual y de todo tipo, como cargar y descargar comida, gestiones, burocracia...

¿Cómo ha afectado el coronavirus?

-La cosa se ha calmado bastante afortunadamente, pero llegó un momento que nos quedaba un tercio de la comida de todo el año y estábamos en el primer trimestre. En los dos primeros meses subió un 50 % o más, con días de 70 lotes de alimentos que se entregaban diariamente.