Sociedad

DOMINGO - COSAS DE CASA

La Torraza de Biescas, un emblema de la localidad

Se encuentra en el barrio de San Pedro, en una casa fuerte que fue construida en 1580 por Juan de Acín

La Torraza de Biescas, un emblema de la localidad
La Torraza de Biescas, un emblema de la localidad
M.P.

La Torraza de Biescas se encuentra en el barrio de San Pedro, en una casa fuerte construida en 1580 por un vecino, el infanzón Juan de Acín, como símbolo de su posición económica y social.

El edificio tiene planta baja y tres plantas alzadas con una altura a cornisa de 12,40 metros. La cubierta es inclinada, a dos aguas, la puerta de entrada es dovelada y las ventanas están delimitadas. De estas sobresalen las de la parte central de la fachada con sus elementos decorativos moldurados.

En el interior destaca la escalera, los asientos en las ventanas a modo de "sillas de dama", y una gran chimenea de gusto francés.

La fachada está dividida en dos por una imposta que la atraviesa a la altura del dintel de la ventana del primer piso, y tiene una distribución simétrica a excepción de la puerta de acceso. La planta noble tiene una ventana de corte francés con parteluz horizontal. En el tímpano de dicha ventana figura la inscripción "Juan de Aso/año 1580". Sobre esta inscripción hay otra ventana geminada con elementos decorativos sogueados y moldurados, uno de ellos en forma de frontón triangular donde se inserta el escudo y el nombre del infanzón.

En la tercera planta encontraremos cinco personajes con quienes aprenderemos cómo vivían los montañeses en el siglo XVI. Y la planta baja alberga una exposición de 82 botijos que fueron donados al Ayuntamiento por Beatriz Cabezas. Esta colección tiene su origen en 1952 y es fruto de más de 50 años de recopilación de este tradicional recipiente que adopta diferentes formas y motivos decorativos.

En octubre de 1934 se inauguró en la Torraza la oficina del Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón y, en ese acto, los representantes políticos de la época se refirieron a este inmueble como "joya arquitectónica", y explicaron en aquel entonces, que el edificio era "una bellísima construcción de piedra, como es corriente en toda esta región pirenaica donde la abundancia de este elemento constructivo hizo que se prodigase de tal manera que casi puede decirse que no existen edificios de ladrillo".

Durante la guerra La Torraza de Biescas se utilizó para cárcel y asentamiento militar. Después, en la primera planta se ubicó el museo de arte popular del Valle de Tena, y más tarde, el edificio fue propiedad particular hasta que en el año 2000 fue adquirido por el Ayuntamiento de la localidad pelaire. En octubre de 2002 se inauguró el espacio museístico que alberga en la actualidad y que está abierto de martes a domingo de seis a ocho de la tarde. "La entrada es gratuita y se controla el aforo, y por supuesto, cumpliendo con el uso del hidrogel, la distancia social y la obligación de llevar mascarilla. El visitante puede disfrutar de todas las estancias, en una de ellas hay una proyección para conocer la historia del edificio", explica la alcaldesa Nuria Pargada.

Hay que destacar, los suelos empedrados de cada una de sus plantas, figuras y dibujos con pequeña pedrería. Este tipo de ornamentación no es muy común en edificios de este tipo. Los conocidos como suelos de canto rodado venían a representar la fortaleza y riqueza de los propietarios de la casa y aparecen también en diferentes casas particulares de la zona así como en algunas de las ermitas de la Comarca. Pero sería en el siglo XVII cuando estos empedrados aumentarían en este territorio coincidiendo con la reactivación económica ocurrida por aquel entonces. "Estos suelos son espectaculares, se han mantenido muy bien y son muy bonitos de ver", dice la alcaldesa.

Y no podemos pasar por alto los techos abovedados que garantizaban y sustentaban los suelos empedrados en las plantas superiores de las casas.

Visitar la Torraza es de obligado cumplimiento para todo aquel que vaya a Biescas. Recorrer las diferentes estancias nos hará retroceder hasta el siglo XVI con el apoyo de carteles ilustrativos, maquetas, objetos y medios audiovisuales.