Francisco Ratia: "Se han producido situaciones de ponderar la vida de quién vale más"

HUESCA.- El presidente de la Cordinadora de Asociaciónes de Personas con Discapacidad (Cadis), de Huesca, Francisco Ratia, hace un primer balance del efecto de la crisis sanitaria por la pandemia de la covid-19, hasta ahora, en el sector. Denuncia Ratia que "en los momentos de auge de la pandemia se han producido situaciones de juicio al valor de una vida humana".

Explica que no ha sido posible desarrollar el plan de trabajo previsto en muchos casos, y valora el esfuerzo de las entidades por adaptarse a la situación creada, así como la labor de muchas personas con discapacidad en la etapa más dura de la pandemia, en tareas de limpieza o lavandería. Además, confía en que se mantenga el apoyo que tienen tanto de las instituciones públicas como de la sociedad en general.

¿Cómo están pasando la crisis sanitaria de la covid-19 en Cadis-Huesca? ¿Han tenido que revisar todo su plan de acción, ha cambiado su forma de trabajar—

Nuestra coordinadora lleva a cabo proyectos de colaboración entre las entidades miembro y en muchos casos ha sido imposible mantener el calendario previsto. Otras actuaciones han podido realizarse por medios telemáticos. En concreto, proyectos como el Huesca más inclusiva siguen su andadura pero con retrasos.

Cadis Huesca es jefe de filas y gestiona un proyecto de cooperación transfronteriza con socios franceses de la zona de Tarbes y Lourdes. Es el proyecto Pyrhequal que debía haber terminado este mes de julio y se va a prorrogar hasta final de año. Entre otras actuaciones estaba previsto reproducir en Francia el festival Diversario de creatividady discapacidad que se celebró en 2018 y 2019 en Huesca. Este festival va a retrasarse hasta fin de año y muchas de las acciones previstas se reconducen para hacerlas no presenciales.

Ha sido preciso revisar todo nuestro plan de acción. Buscar soluciones imaginativas para poder mantener los objetivos previstos. Vamos poco a poco normalizando las actuaciones aunque con la preocupación por posibles pasos atrás en la desescalada.

¿Ha habido igualdad de trato en las administraciones competentes con las personas con y sin discapacidad en los momentos más graves de la crisis ¿Tienen alguna duda, sospecha...?

Lo que ha producido el Covid ha sido muy duro. En los momentos de auge de la pandemia se han producido situaciones de juicio al valor de una vida humana, de ponderar la vida de quién vale más. No me gustaría vivir en una sociedad que se permita dar vidas por amortizadas en función de la edad, o de la discapacidad. Al mismo tiempo que avanzamos en la lucha contra el origen de la pandemia, debemos trabajar para mejorar los cimientos de nuestra organización social para estar preparados ante retos futuros.

¿Qué lección debemos sacar de esta crisis ¿En qué hemos de cambiar, o cree que seguiremos igual que antes de la crisis cuando ésta se dé por cerrada—

De la respuesta anterior se deduce que hay cuestiones de bioética que debemos reflexionar colectivamente. De manera urgente.

La coordinación entre lo social y lo sanitario es otra de las cuestiones que hay que mejorar. Se ha puesto de manifiesto esa necesidad por lo ocurrido en las residencias, especialmente las de tercera edad.

Creo que hay que poner en valor los pilares colectivos de nuestra sociedad: La sanidad pública, los servicios sociales, la educación. Muestran toda su importancia en momentos duros como estos.

La defensa de la diversidad, la no discriminación, el fomento de la cohesión social me parecen valores a defender activamente. Espero que seamos capaces colectivamente de no olvidar cuando se cierre este episodio de crisis.

¿Cómo afecta esta crisis a las diferentes organizaciones que conforman esta coordinadora—

Las organizaciones que mantienen residencias para personas con discapacidad o dependencia son las que han estado en el foco de la preocupación desde las primeras fases de la crisis. Hasta ahora, se ha podido cuidar a las personas residentes con escasos casos de contagios y sin que se hayan producido situaciones de gravedad.

Otras entidades han tenido que cerrar sus servicios presencialmente y empezar a hacerlos telemáticamente durante el periodo de alerta. Ahora ya funcionan, de nuevo, todos los servicios con los planes de contingencia activados que incluyen las medidas de prevención frente al Covid.

¿Cómo se puede definir la respuesta de las personas con discapacidad y sus familias—

Quiero destacar que ha habido muchas personas con discapacidad que han estado en primera línea en los momentos más duros de la crisis. Los trabajadores con discapacidad de los centros especiales de empleo de limpieza y lavandería han realizado tareas consideradas esenciales con el esfuerzo añadido que supone realizar las tareas de prevención Covid.

Las personas atendidas en residencias han soportado el confinamiento con mucha abnegación pero deseando poder volver a hacer salidas, a tener actividades de ocio, a poder relacionarse con otras personas. Como el resto de la población.

Por otro lado, las personas dependientes que no están en residencias se han mantenido en sus casas al cuidado de sus familiares. En esta situación se ha hecho más evidente el papel fundamental que juegan las familias en la atención y cuidado de las personas dependientes. Nuestras organizaciones y las administraciones públicas tenemos la obligación de generar los apoyos, el soporte para que estas familias puedan llevar una vida activa y normalizada.

Cadis está formada por 28 organizaciones que ayudan a las personas con discapacidad y sus familias todas estas entidades, en la medida de sus posibilidades, se han reinventado para poder adaptarse a la nueva situación.

APOYO INSTITUCIONAL Y SOCIAL

¿Temen que la situación económica generada por la crisis sanitaria pueda hacer variar el apoyo que tienen de las instituciones públicas y privadas—

El colectivo de personas con discapacidad y dependencia es un sector vulnerable de nuestra sociedad y porcentualmente muy relevante. Supone aproximadamente un 10% de la población. La situación de crisis Covid no alivia esa vulnerabilidad sino que la agrava. Por eso, en una sociedad moderna con preocupación por la cohesión y el progreso social, no contemplo la opción de pérdida de apoyo institucional. No sería justo ni éticamente aceptable.

No cabe duda de que el Covid ha sido un reto que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de nuestras entidades y de las administraciones públicas. Es justo decir que el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial y las administraciones locales que sostienen económicamente los servicios que prestamos, han mantenido, en casi todos los casos, ese soporte económico durante el estado de alerta. Está por ver si ese sostén se mantiene en adelante ante la grave situación económica que conlleva esta crisis.

La obligación de Cadis y de nuestras entidades, en tiempos de crisis, es reivindicar la necesidad de mantener los servicios de apoyo a nuestros colectivos, defender los derechos de las personas con discapacidad. Es nuestro principal reto inmediato.

¿Puede variar el apoyo que tienen de la sociedad en general, al haberse abierto otros frentes de solidaridad a causa de la covid-19—

Siempre hemos constatado la solidaridad de la sociedad oscense con las personas con discapacidad y dependencia y con sus familias. Se ha demostrado en multitud de ocasiones de manera muy evidente. Estoy convencido de que eso no va a variar.

Nosotros queremos formar parte de la sociedad. Pedimos solidaridad pero queremos ser parte activa de la sociedad, las personas con discapacidad quieren y pueden aportar valor positivo a nuestra provincia. En ese sentido, somos sensibles ante las necesidades de otros grupos humanos que están sufriendo también situaciones de carencia y exclusión social.