Sociedad

VOLUNTARIADO

Fatou Mata: "Allí los niños no tienen nada, tenemos que ayudar y tú lo puedes cambiar"

La voluntaria colabora desde hace un lustro con la organización no gubernamental Ayuda al Desarrollo

Fatou Mata: "Allí los niños no tienen nada, tenemos que ayudar y tú lo puedes cambiar"
Fatou Mata: "Allí los niños no tienen nada, tenemos que ayudar y tú lo puedes cambiar"
S.E.

¿Qué le llevó a ser voluntaria?

-Por mi pueblo. Soy africana, vengo de Guinea Conakry, de un pueblo que se llama Namalu. Tiene unas mil personas y es un pueblo muy lejano. Se dedica a la agricultura, apenas hay comercio y la gente es pobre. Tenía el colegio destrozado. Yo crecí en una ciudad y, cuando volví, me propuse ayudar a mi pueblo. Allí no llega ninguna ayuda, hay muchas necesidades y no tenían de nada. Por esa razón me hice voluntaria. Hemos hecho el colegio y centro de salud. Estamos poniendo un horno de pan. Antes no había nada de eso estando en el siglo XXI.

¿Por qué motivo escogió esta entidad?

-Conocía algunas entidades pero son más grandes que Ayuda al Desarrollo. También conocía a Ana, de Ayuda al Desarrollo. Las otras (entidades) son más grandes y no conocía a nadie. La verdad es que estoy muy bien con ellos. Desde que empecé, hace cinco años, hasta ahora, estoy muy bien.

¿Qué le reporta personalmente esta labor como voluntaria?

-Me siento bien ayudando a otras personas. Yo, viviendo aquí, tengo la oportunidad de ayudar, tengo salud y tengo casi de todo. Estás aquí años y, cuando vuelves a tu pueblo, ves que siguen igual. Organizamos fiestas y actividades para recaudar fondos. Ahora queremos hacer el horno de pan y organizamos actos, como partidos de fútbol, y lo que se recaude lo que enviaremos allí.

¿Por qué animaría a otras personas a hacerse voluntarias?

-Por ayudar a su pueblo y a las personas. Si no lo haces, no llega nada. Los gobiernos no hacen nada. Tú lo puedes cambiar. Yo no lo hago por mis hijos, que aquí tienen centros de salud y colegios, pero allí los niños no tienen de eso. Tenemos que ayudarles. Allí, aunque tengan los recursos, (los gobiernos) no ayudan.