Josan Bailac: “La vida me da más de lo que le podré devolver”

José Antonio Bailac Lallana (Huesca, 1981), más conocido como Josan Bailac, recuerda que su infancia en Binéfar "fue maravillosa, hasta tal punto que he decidido plasmarlo en una novela". Sus padres trabajaban y por eso "me crié con mi abuela en la Plaza de la Iglesia". Recuerda "a todos mis amigos de la infancia, de hecho con algunos seguimos viéndonos casi a diario. También todos los juegos de la época: las canicas, los cromos, los juegos tradicionales, tirachinas y lanzadores...". Amigos y "una hermana pequeña con la que viví muchos momentos inolvidables. Compartíamos absolutamente todo y eso es difícil de ver ahora en estos tiempos".

Le gustaba "jugar a fútbol sin mirar el reloj, ir a la piscina cuando acababa el Tour de Francia, ver todas las series de TV que hacían, una detrás de otra...". De pequeño, "quería ser torero, de hecho tenía absolutamente todo para serlo, capas, montera e incluso mi abuelo me hacía toros con calabazas..." Más tarde, "el fútbol entró en mi vida para quedarse hasta la fecha".

Estudió en Binéfar EGB y el Instituto, después hizo Magisterio de Educación Física en la Universidad de Lleida y posteriormente en el IES Joan Oró, también de Lleida, el Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas.

Se define como "un emprendedor nato. Es muy difícil que yo diga no a algo que me propongan". Como compañía de teatro de humor, con su Mortadelia lleva 15 años subiendo a los escenarios, seis junto a Gabriel Gutiérrez, con quien actualmente tienen tres shows en gira más el autocine que han montado con Tejera Estudios de Fraga. Y, no podía ser de otra forma, "sigo jugando a fútbol en los veteranos, porque uno no deja nunca de ser futbolista".

Cree que, "en la vida, lo principal es saber organizarse. Con una buena planificación llegas a todo", y por experiencia tiene claro que "el ámbito laboral y el ocio están condenados a entenderse".

Actualmente, las mañanas "las dedico a los Seguros en mi oficina, ya que soy agente de Catalana Occidente", y las tardes, "alterno varias actividades deportivas en mi población y en otras de la Comarca como Albelda o Algayón. También dirijo con dos amigos el Futsal Binéfar, un club con más de 190 niños que fundamos hace 4 años". Y tiene tiempo para dar teatro en el Colegio Víctor Mendoza, "y cuando hay actuaciones con alguno de nuestros shows, cargo la furgoneta y me subo a la tarima".

¿Balance de su vida? En menos de un segundo contesta: "No puedo pedirle más a la vida. Soy inmensamente feliz. Voy cumpliendo mis sueños sin prisa pero sin pausa y he alcanzado metas que no me planteaba. Disfruto de lo sencillo y del día a día con mi mujer, mi familia y mis amigos. Siempre estoy dispuesto a ayudar y a reinventarme sin ningún temor". Además, "tengo la suerte o la tenacidad para lograr casi todo lo que me propongo".

Para terminar, una confesión: "La vida me está dando más de lo que le podré devolver".