DE CERCA
Juan Carlos Borraz: "No le haría la reverencia a nadie, pienso que somos todos iguales"
"Hay que apostar por un turismo sostenible, seguro y de calidad. En todas las crisis existen oportunidades"
¿Cuál es el emoticono que define su personalidad?
-El del guiño que saca la lengua.
¿Cuál es su sueño o mayor deseo?
-Hacer de Los Monegros una zona turística.
¿A quién le daría el premio nacional de gastronomía altoaragonesa?
-A todas las personas que sin grandes recursos han alimentado a sus familias.
La sonrisa es el lenguaje universal de las personas inteligentes. ¿Sonreímos poco?
-Esta crisis sanitaria está provocando que riamos mucho menos de lo que deberíamos.
¿Qué legado le gustaría dejar en Los Monegros?
-El haber contribuido aportando mi granito de arena para el desarrollo del turismo.
¿La inmigración es una bendición o una necesidad?
-Ambas cosas. Sin inmigración desaparecerían muchos servicios sobre todo en zonas menos pobladas.
¿Va a ser la sostenibilidad una prioridad para su sector?
-Para el mío y para el de muchos. Opino que la sostenibilidad hay que tenerla muy en cuenta.
¿A quién le haría usted sin dudarlo la reverencia?
-A nadie, soy de los que piensan que todos somos iguales.
¿Es el turismo rural la alternativa al tradicional viaje de playa?
-Por desgracia en los Monegros actualmente opino que no, pero lucharemos para revertir la situación.
¿Digital o analógico?
-Soy analógico, aunque por trabajo y los tiempos que vivimos cada vez hay que ser más digital.
¿Cuáles son sus sensaciones sobre el futuro de Los Monegros?
-A nivel turístico lo considero una oportunidad ya que puedes descubrir muchas cosas evitando aglomeraciones.
¿Es usted PSI (Persona Sobradamente Informada)?
-No, aunque sí es cierto que de cosas que pueden influir en mí día a día me gusta estar bien informado.
¿Volveremos a viajar como lo hacíamos antes?
-No. Iremos recuperando normalidad pero temo que nunca volverá a ser como antes.
¿Es usted más de esperar o de reaccionar a las primeras de cambio?
-Acción-reacción, eso me define muy bien.
¿Cómo debería prepararse el sector del turismo rural para la recuperación? ¿Existen también oportunidades en esta crisis?
-Hay que apostar por un turismo sostenible, seguro y de calidad. En todas las crisis existen oportunidades pero siempre hay sectores más beneficiados que otros.
¿Orgullo altoaragonés y/o cosmopolitismo planetario?
-Sin lugar a duda, orgullo najino, monegrino y altoaragonés.
¿Qué espíritu quiere imprimir a este proyecto, cómo quieres que sea su sector en el futuro?
-Un proyecto competitivo, de calidad y exclusivo.
¿No se pregunta en realidad si tenemos menos vida en el planeta Tierra del que se desconoce en el exterior?
-Estoy centrado en buscar salidas a esta crisis y no tengo tiempo para pensar en el exterior.
¿Qué es lo que más valoran los clientes?
-El trato personalizado y la ubicación.
Egoísta, inteligente, preparado y crítico. ¿Es usted un millennial?
-Podríamos afirmar que lo soy; sobre todo, soy muy crítico empezando conmigo mismo.
¿Huyen los turistas de las grandes ciudades?
-Actualmente sí.
Si los Reyes de Aragón levantaran la cabeza y vieran el panorama que se ha creado a nivel mundial, ¿retornarían a su reposo eterno a la velocidad del rayo?
-Supongo que no, como buenos aragoneses se quedarían para sumar esfuerzos.
¿Es el momento de potenciar aún más el turismo rural?
-Aparte de potenciar el turismo rural, también es momento para potenciar la lucha contra la despoblación del mundo rural y contribuir para que no vaya en aumento.
¿El ejercicio físico está sobrevalorado?
-Para nada, ejercitar cuerpo y mente a la misma vez es una bendición
¿Cuáles son sus criterios de selección de las personas?
-Bondad, sinceridad y respeto.
¿El negocio es la negación del ocio o usted se divierte currando?
-Por supuesto que me divierto trabajando, si haces lo que te gusta parece que no estés trabajando.
¿Qué es lo que le gusta exprimir hasta la saciedad?
-La leña en el hogar, ja ja.
Al choque, ¿es sutil, esquivo o frontal?
-Esquivo para evitar hacerme daño.
¿Wasapear conecta o aísla?
-Sin dudarlo aísla.