Sociedad

CUMPLEAÑOS

Encarna Náger Benito celebró su 105 años el 19 de agosto: "Me regalaron la tablet para Reyes y me entretengo"

La vecina más longeva del Somontano goza de buena salud y ayuda en la cocina

Encarna Náger Benito celebró su 105 años el 19 de agosto: "Me regalaron la tablet para Reyes y me entretengo"
Encarna Náger Benito celebró su 105 años el 19 de agosto: "Me regalaron la tablet para Reyes y me entretengo"
Á.H.

BARBASTRO.- La tablet no existía cuando nació Encarna Náger Benito (19 de agosto, 1915) que tiene 105 años, cumplidos hace una semana y se maneja lo suficiente "para jugar porque la veo bien. Sopa de letras y alguna cosa más". Es posible que sea la única centenaria de la provincia que tiene una tablet propia. "Las cosas nuevas me han gustado siempre y ahora, a la vejez he aprendido muchas, tal vez porque antes no tuve ocasiones ni tiempo disponible. Me regalaron la tablet como regalo de Reyes y me entretengo mucho", explica Encarna.

En el censo del Somontano ha "heredado" el título de vecina con más edad que tuvo Lucía Lacoma hasta el pasado 31 de mayo cuando falleció con 108 años de edad en Castillazuelo. Encarna es también la vecina más longeva de Barbastro y entre las mayores en la provincia de Huesca. Con buen humor, señala: "A veces me canso de vivir pero, en realidad, me agarro a la vida como cualquier persona". De su buen humor se desprende que "estos 105 años se me han pasado deprisa y siempre, bien acompañada por la familia". Se refiere a sus hijos Fina y Alfonso, tiene una nieta, Raquel, y un bisnieto, Iván. Al mismo tiempo señala que "no ha sido una vida fácil porque mi madre, mi hermano José que tenía 24 años y mi abuela faltaron muy pronto. Así que siendo una niña me hice cargo de la situación y de mi padre".

En la misma línea de recuerdo, "a los 17 años fui a Zaragoza a buscarme la vida y allí pasé nueve años durante los cuales conocí a mi marido Pío en el refugio durante un bombardeo de la Guerra Civil. Nos casamos en el año de la victoria (1939). La década de los años 30 fue muy complicada para mí porque tuve que tomar decisiones desde joven aunque eso me hizo fuerte. Los primeros 25 años de mi vida fueron muy convulsos porque perdí a casi toda la familia en cuestión de diecisiete años".

En la vida laboral trabajó en dos fábricas textiles y cuando vino a Barbastro vivió en el barrio del Entremuro, "en casa Espier con la señora Francisca que era como mi madre, más tarde pasamos a casa Olivareta con la señora Candelaria. Mi hija Fina cuando era pequeña se pasó allí muchas horas al lado de la fogardera". De aquellos años recuerda, entre otros, a Julia Aguilar Julieta, "como si la viera, llevaba los gatos en une cesta, vendía periódicos y se ponía en la tienda del señor Felíu en la calle Monzón. Allí contaba sus aventuras con toreros y cuando se bañaba desnuda en el río Vero".

Encarna está "al corriente" de todo lo que pasa más allá del barrio. "Ahora salgo de casa cuando es posible y siempre cerca de donde vivimos. En realidad, Fina y Alfonso me informan de casi todo. Así que no me quejo de nada". Respecto a la salud con 105 años recién cumplidos, "ya me gustaría que fuera una salud de hierro -dice- pero, a mis años, pocas pastillas he tomado aunque los achaques ya se notan un poco. A las personas que hemos sido muy activas la inactividad por impotencia física nos va muy mal".

En la vida cotidiana, "no hago demasiadas cosas porque tampoco puedo. Me gustaba cocinar y reconozco que he sido una buena cocinera, cuando cumplí 100 años delegué en mi hija Fina y colgué los tratos. Aun así, le ayudo en cosas fáciles como limpiar la verdura y dar el visto bueno a los guisos".

DOS PANDEMIAS EN SU VIDA

A sus años ha vivido por segunda vez los efectos de la pandemia tras la primera en 1918 cuando tenía tres años de edad, así que se considera una superviviente. "Al principio pasé la cuarentena muy asustada por las noticias que daban cada día y las imágenes que se veían por televisión. El toque de la sirena, a las 12 horas, me recordó tiempos de guerra. Poco apoco me he calmado y cumplo las normas sanitarias al máximo, aunque no sé cómo terminará todo esto", concluye.