Sociedad

ENTREVISTA

José Luis López: "Toda esa experiencia me ha enriquecido mucho como persona"

Más de cuarenta años vinculado al folclore y al Grupo Santiago de Sabiñánigo hacen que por sus venas corra la jota

José Luis López: "Toda esa experiencia me ha enriquecido mucho como persona"
José Luis López: "Toda esa experiencia me ha enriquecido mucho como persona"
S.E.

SABIÑÁNIGO.- El folclore y las tradiciones forman parte de la vida de José Luis López. A los cinco años, su madre ya le apuntó a clases de jota en Sabiñánigo. "Recuerdo que nos apuntó a mi hermana Natalia y a mí y que las daba Charo Gil, después tuvimos de profesor a Carlos Vidal y a Ton Cabestre. Esa época fueron unos cinco años. Posteriormente, de manera muy casual, me apunte a la rondalla".

Aprendió a tocar la guitarra porque en el instituto con los amigos querían montar un grupo de rock. "Todos íbamos al conservatorio y tocábamos el piano, y alguien tenía que aprender a tocar la guitarra, y yo me apunté al grupo de jota para que me enseñaran cuatro acordes. Aquel grupo de rock lo tendríamos dos o tres años, pero yo me quede en la escuela de jota y al año y pico ya me pusieron a tocar con el grupo. Me acuerdo que debuté en unas fiestas de Javierrelatre, allá por el año 1985".

Cuando se fue a estudiar a Calatayud, lo primero que hizo fue buscar un grupo con rondalla. "Los fines de semana que me quedaba allí, ensayaba con Virgen de la Peña, que era como se llamaba y donde conocí a Nacho del Río cuando este tenía 12 o 13 años y empezaba a cantar".

Más de 40 años ha estado José Luis López vinculado a la jota, al folclore, y hace un año dejó el Grupo Folklórico Santiago, pero es imposible dejar algo que lleva en la sangre. "En mi casa, desde pequeños, tanto mi padre como mi madre nos metieron el gusanillo del folclore, las tradiciones, y nos ha educado con ello. Mi madre hoy sigue con el tema de la indumentaria, que le envidio porque algo que empezó como hobby lo ha convertido en su pasión".

Recuerda también los buenos momentos que ha pasado con el Grupo Santiago, los viajes, los festivales en los que han participado, "conociendo culturas de otros grupos que participaban en esos certámenes. La verdad que toda esta experiencia me ha enriquecido mucho como persona".

José Luis López confiesa que siempre ha sido muy crítico y muy exigente consigo mismo cuando se subía con la rondalla a un escenario, pero ahora sigue siendo también crítico como público cuando va a ver una actuación. "No sé si he sido muy exigente o critico con mi propio grupo, pero ahora continuo siendo también muy crítico. Me gusta ver las actuaciones y masticarlas un poco".

Dice que si volviera a nacer le gustaría tener el mismo contacto que ha tenido con el folclore. "Yo me he sentido afortunado porque he tenido la suerte de compartir con mi madre y mis hermanas una afición. Además, en el Grupo Folclórico Santiago conocí a mi mujer, con quien también comparto esa afición. Ella sigue cantando con el grupo y cuando ensaya en casa le acompaño con la guitarra. En los meses que estuvimos confinados cantó alguna jota en el balcón y le acompañe".

José Luis López trabaja en el servicio de radiología del Hospital de Barbastro, donde vive desde hace más de 20 años.