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Lagartijas roqueras de Huesca para un estudio nacional

La disminución de insectos de los que se alimentan las lagartijas, junto a la escasez de agua por las sequías y las altas temperaturas, consecuencia del cambio climático, amenazan con mermar la capacidad de supervivencia de estos pequeños reptiles ibéricos, según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). Para realizar el estudio sobre el grado de tolerancia a las altas temperaturas de las lagartijas ibéricas se estudiaron poblaciones de lagartija roquera ("Podarcis muralis"), adaptada a ambientes húmedos en Huesca y Castellón, y de lagartija colirroja ("Acanthodactylus"), adaptada a medios secos en Valencia y Madrid, según un comunicado del MNCN-CSIC. El resultado del estudio ha determinado que la ausencia de agua para beber "reduce la temperatura máxima que pueden tolerar estos animales".