Sociedad

LA ENTREVISTA

Marián Campra y Javier Ronda: "La condición humana está muy presente en las actuaciones notariales"

Autores de "Notario de Guardia", más de doscientas anécdotas de una profesión que ocupa a más de 3.000 personas en España

Marián Campra y Javier Ronda: "La condición humana está muy presente en las actuaciones notariales"
Marián Campra y Javier Ronda: "La condición humana está muy presente en las actuaciones notariales"
S.E.

HUESCA.- Marián Campra y Javier Ronda, matrimonio de periodistas que ha publicado libros con anécdotas sobre el ámbito judicial, la Guardia Civil y las comunidades de vecinos, ha presentado "Notario de Guardia", una obra para la que ha contado con la colaboración del Consejo General del Notariado y de un buen número de estos profesionales, entre ellos la ayerbense que ejerce en Monzón, Mar Ascaso.

Los autores, que han recopilado datos dos años y concluido en plena pandemia, han narrado doscientos casos concretos. Javier Ronda reconoce que hay un punto pedagógico en lo que define como un "manual de supervivencia para notarios a través de las experiencias". "El Consejo General del Notariado nos agradece que divulguemos su trabajo, que a veces es desconocido. Está teniendo mucha repercusión. Es un libro sobre notarios pero no para notarios. Es una obra didáctica sobre cosas divertidas que hacen".

Abundan los periodistas en un hecho incontrovertible: "Las notarías son dependencias en las que el ciudadano tiene que pasar por algo más bueno o más malo. Esperemos que este libro contribuya a divulgar un trabajo variado y en la época del covid han estado prácticamente de guardia, porque han hecho consultas y testamentos telefónicos". "Doy fe de ello", asegura entre risas.

Con una docena de viñetas de Pachi (de El Sur de Málaga), se humaniza la figura de estos profesionales y se acaba con los estereotipos: "La edad media de los chavales hace bajar la ratio del notariado español. Hay muchísimas mujeres. Podemos dar fe de que el notario no es como antes. Una notaria de Granada decía que un cliente pensaba que el notario era un señor mayor, serio, con bigote y gordito, y ella es una chica alta, con ojos verdes y de treinta y pocos años. No se corresponde con los tópicos". De hecho, de los 90 que han tomado posesión en la última promoción, la media es de 25-26 años. "Va bajando la edad de los 3.000 notarios que hay en España. Hay de todo, risueños, simpáticos, dicharacheros y extrovertidos, y hay muy serios".

La metodología ha consistido en "tirar" de los que conocían y ha habido un efecto cadena, con muchas anécdotas de Aragón.

Afirma Javier Ronda que influye el hábitat. "El notario en el mundo rural es más cercano, como si fuera un consultor jurídico, no tiene que ver con la ciudad. Hay algunos que están para 15 pueblos". Hay que pensar que el primer destino suele ser rural y luego van cambiando hacia sus preferencias.

Añade el autor que "la condición humana está presente en las actuaciones notariales. Se pone en juego muchas veces la humanidad, pero en otras la avaricia, la codicia y otros pecados capitales. Cuando se reparten millones, a veces se monta la zapatiesta porque una hija se ha quedado con la máquina de coser. El valor material sería el que fuera y el sentimental también. Nunca firmaron esta herencia".

Y le parecen significativas "las lecciones que dan los padres a los hijos. Unos acompañaban al padre al notario sin contar con el otro hermano, y fue él otro día y puso lo que se merecían los hermanos, que era repartirlo por la mitad. Se llevaron una sorpresa y sintieron admiración por su padre".