Sociedad

NUEVA SERIE

Comienza la cuenta atrás para el estreno de 30 monedas

La actriz oscense Megan Montaner protagoniza la nueva ficción de HBO

Comienza la cuenta atrás para el estreno de 30 monedas
Comienza la cuenta atrás para el estreno de 30 monedas
HBO

MADRID.- Eduard Fernández y la oscense Megan Montaner, un "místico" y una creyente que prefiere "no dar muchas vueltas" a lo paranormal, se alían en la serie 30 monedas creada por Álex de la Iglesia para recrear un mundo mágico, terrorífico y espiritual que ocurre en un pueblo cualquiera de España.

"La serie juega al bien y el mal, e indaga en hasta qué punto Judas y Jesucristo tienen que ver el uno con el otro o si los dos forman parte del plan divino. Cuenta cómo eso influye hasta cuando pides jamón de york en la charcutería", explica el actor.

Con guion coescrito con Jorge Guerricaechevarría, la serie, que este domingo se estrena en HBO, adentra al espectador en la España profunda, en el pueblo en el que ha decidido esconderse el padre Vergara (Fernández), un cura boxeador y vigoréxico, que acabó en la cárcel después de que le saliera mal un exorcismo.

Un ser atormentado que le cuesta dos horas y media de maquillaje al catalán, "encantado" de haber creado a este personaje insólito en su carrera, un "cachas", capaz de subir por una cuerda con nudos a pulso, gracias a su entrenador, Vicen Rodríguez, "que me hizo hacer un entreno salvaje", cuenta.

"Doy fe", agrega sonriente a su lado Megan Montaner, que también corre lo suyo en la serie.

"Me he sentido como si tuviera 10 años y me juntara con mis amigos a jugar a los superhéroes y a los monstruos; yo soy muy física trabajando y me ha encantado tirarme por los suelos, correr, ha sido como una gincana, muy divertido. Álex es exigente, pero me parece fascinante cómo lo ha hecho, repetiría mil veces", afirma la oscense, que despliega en la serie un abanico de estados anímicos: de la sorpresa al pánico, el amor o la renuncia.

Un rodaje largo, exigente y cansado, abunda el actor, que les ha tenido más de 25 semanas por Roma, París, Nueva York, Jerusalén o Ginebra, aunque la mayor parte del trabajo se hizo en el pueblo segoviano de Pedraza.

En esta serie, la segunda que realiza Álex de la Iglesia para la televisión tras Plutón BRB Nero, Fernández ve más que nunca "la mezcla del costumbrismo con lo esotérico, el miedo y el terror" que son su marca de la casa.

El aclamado director de El día de la bestia o Las brujas de Zugarramurdi regresa al mundo mágico de la religión a través de cruces invertidas, ángeles caídos y demonios, a las que atraviesa de anticristos, hechizos y magia que, como declara un increíble Manolo Solo en el papel de Fabio Santoro (cardenal Petruccelli), "¿qué otra cosa son los milagros sino conjuros?".

"Yo trato de no darle muchas vueltas a estas cosas, sí creo en algo, pero lo del lado malo... intento mirar hacia otro sitio, no me dejo sugestionar con esto que hemos hecho porque si no, no saldría de mi casa", añade Montaner entre risas nerviosas.

"Pues yo tengo un sentido místico, católico igual no -declara Fernández-, aunque sí la parte estética del catolicismo, porque la llevamos todos dentro, he ido a misa con mis papás, me sé el "padrenuestro" y como buen místico, creo que puede haber cosas que yo no conozco", resume.

Fernández, El hombre de las mil caras (2016), dice que tenía que dar a su personaje "un brazo salvaje" para pelear por Dios, a la vez preguntarle humildemente y "que todo fuese creíble".

También Montaner tuvo sus miedos de "no llegar" adonde le pedía De la Iglesia: "He tenido tantísimo miedo de quedar ridícula al enfrentarme a todas estas cosas que pasan en la serie... Pero Álex te hace tirarte tanto tanto a la piscina que al final consigues descubrir nuevas cosas que tienes dentro ti", confiesa.