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"Gambito de dama" es ya la miniserie más vista de Netflix

La producción ha despertado una fascinación global por el ajedrez

"Gambito de dama" es ya la miniserie más vista de Netflix
"Gambito de dama" es ya la miniserie más vista de Netflix
NETFLIX

MADRID.- Es la miniserie más vista de la historia de Netflix, ha incrementado la compra de tableros de ajedrez y despertado una fascinación global por este juego. Gambito de dama es la serie del momento, además de un fenómeno de masas que acerca el mundo del ajedrez a la pantalla a través de Beth Harmon, una joven huérfana que se erige como campeona mundial, desafiando, además de a sus oponentes, a los códigos de la época.

Hasta hace algo más de un mes, el "gambito de dama" era únicamente una de las aperturas de juego más antiguas del ajedrez. Ahora, y desde el estreno de esta ficción hace unas semanas, el imaginario colectivo piensa, al escuchar estas palabras, en la miniserie de siete capítulos de Netflix que narra la fascinante historia de Beth Harmon, inspirada en la novela homónima de Walter Trevis (1983).

Desde su emisión, las búsquedas referidas al ajedrez se han duplicado en Google, en Ebay se ha aumentado la venta de tableros y la plataforma de ajedrez "online" Chess.com ha visto incrementadas por cinco sus suscripciones. Además, y según informó Netflix, es la miniserie más vista de su historia, es número 1 en 63 países y acumula un total de 62 hogares que han dado al "play" para ver esta secuencia.

La ficción dirigida y producida por Scott Frank se ha convertido en un fenómeno, posicionando el ajedrez como uno de los temas de moda y desempolvando nombres como el de Bobby Fischer, maestro de ajedrez en los años setenta cuya historia recuerda, en algunos matices, a la de la protagonista de la serie.

Gambito de Dama narra la historia de Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), una niña huérfana que comienza a jugar al ajedrez en el sótano de su orfanato con el señor Shaibel (Bill Camp), el conserje de la institución.

Shaibel acaba siendo su tutor, además de descubrir su prodigioso talento, y Harmon crecerá desde entonces como una eminencia en el universo del ajedrez hasta coronarse como campeona del mundo.

La ajedrecista compite así en un ambiente eminentemente masculino y con jugadores que la doblan en edad, pero que no la intimidan, uno de los aspectos que más ha llamado la atención de la audiencia, que busca y debate en redes teorías sobre la creación de este personaje.

Un personaje que, según Trevis, se inspira en varios jugadores como Robert Fischer, Boris Spassky y Antoly Karpov, aunque según confesaba a The New York Times al publicar el libro, se inspiraba sobre todo en sí mismo, al contar con una dilatada experiencia jugando al ajedrez profesional y también con el abuso de sustancias.

"Nací en San Francisco y cuando era pequeño me diagnosticaron una enfermedad reumática del corazón para la que me dieron unas drogas muy fuertes. De ahí tomé la drogodependencia de Beth, escribir sobre ella ha sido una especie de purgatorio", declaró Trevis, Un punto común a Harmon, que desde su estancia en el orfanato crea una dependencia por los tranquilizantes, suministrados a los huérfanos como "vitaminas" y bajo cuyos efectos, la protagonista visualiza en el techo los movimientos idóneos para sus partidas, sin dejar margen a fallar o a quedar "en tablas" con su contrincante.

"Es todo un mundo en solo 64 cuadrados. Me siento segura en él. Puedo controlarlo, dominarlo y es predecible. Si me hago daño, solo me tengo a mi misma para culparme", explica en un capítulo Beth Harmon sobre el ajedrez, que es el hilo conductor de la serie y el eje vertebrador de la vida de la protagonista.