Sociedad

LA ENTREVISTA

José María Fuixench Naval: "Atravesar la muralla del monumento es como entrar en la Edad Media"

El fotógrafo publica el libro "Castillo de Loarre" en su aniversario milenario

José María Fuixench Naval: "Atravesar  la muralla del monumento es como entrar en la Edad Media"
José María Fuixench Naval: "Atravesar la muralla del monumento es como entrar en la Edad Media"
S.E.

HUESCA.- Las fotografías de José María Fuixench Naval componen, junto a los textos de Antonio García Omedes, el libro Castillo de Loarre, editado por Kapitel, y que se publica con motivo de los mil años que acaba de cumplir esta fortaleza altoaragonesa. Se trata de "una exposición histórica completa, acompañada de un contenido visual que ayuda a su comprensión y permite que nos adentremos en la vida de este singular monumento", aclara Fuixench, quien además, desvela que trabajar con García Omedes "ha sido muy fácil y creo que hemos formado un buen equipo para esta publicación", además, reseña sobre el escritor, que "es sobradamente conocida su vinculación y sus conocimientos sobre el castillo, así como su pasión por este estilo arquitectónico".

Castillo de Loarre encierra entre sus tapas la misma experiencia de visitar y conocer la historia del alcázar, reconoce el fotógrafo, pero con la ventaja de que "nos permitirá volver a este lugar mágico cada vez que abramos sus páginas".

En este sentido, advierte que "la labor divulgativa también es fundamental, pues permitirá, además, que familiares y amigos de quienes lo hayan adquirido se animen a venir y conocer el castillo in situ".

El artista asegura que tarda "aproximadamente, cinco meses en realizar un libro de estas características porque es un trabajo artesanal, una labor de encaje entre el texto y las fotografías, con una cuidada edición que estimula el interés por conocer, en este caso, el castillo románico mejor conservado de Europa. Atravesar su muralla es como entrar en la Edad Media, y eso pretende este libro". Desvela que en este trabajo, en concreto, se añade "el aspecto sentimental, ya que es "nuestro castillo" y su vinculación tiene más de treinta años "desde la primera vez que lo visité con mis padres", reconoce.

Y es que no es sencillo obtener el resultado perfecto para humanizar el lugar porque para cada sesión es necesario un guión, con "los mejores encuadres, las horas con la posición del sol o la meteorología que necesito para dar variedad a las fotografías de los exteriores".

Actualmente, tiene varios proyectos en cartera, pendientes de que se reanude la vida normal.