José Solana: "Necesitamos conocer estas historias para reforzar nuestra personalidad"

HUESCA.- El profesor de Filosofía y escritor José Solana, autor de numerosos títulos de su especialidad académica y de una consistente obra literaria en castellano y en aragonés chistavín, publica una nueva novela, en ambos idiomas, de ficción histórica centrada en el sitio de Barbastro.

Se nubla el cielo. Barbastro, 1064. La primera cruzada narra este hecho crucial en una versión con todo el rigor histórico pero en un estilo narrativo que "no existía". Desvela el autor que "no es el mero relato de un episodio militar". Según apunta, "creo que puede contribuir a la divulgación de estos acontecimientos que son tan importantes" y hace hincapié en que "en Aragón necesitamos conocer estas historias para reforzar nuestra propia personalidad como comunidad".

En este sentido, Solana recuerda que se trata de un momento crucial en la historia y con este libro pretende "poner sobre la mesa un hecho histórico de una gran trascendencia, ya Menéndez Pidal llamó a este acontecimiento una cruzada antes de las cruzadas y así es, fue una guerra santa convocada por el Papa", además de reforzar su relación con la ciudad que considera "mi segunda patria chica", ya que comenta que tras vivir 17 años en Plan, la familia se trasladó a Barbastro.

El escritor narra la historia a través de dos jóvenes protagonistas que "son un pastor del Pirineo y un novicio del monasterio de Cluny, cómo descubren la realidad del mundo, por un lado, la amistad y por el otro, la crueldad de la guerra".

Explica Solana que relata "el viaje a Barbastro desde Cluny, en la zona del centro norte de Francia, la llegada de los ejércitos por los puertos pirenaicos como en el de Somport y el de Plan, cómo las tropas se reunieron en Aínsa, en torno al Monasterio de San Victorián, y de ahí fueron a Graus a homenajear a Ramiro I que había muerto en Graus el año anterior". Y destaca que "este es el escenario histórico en el que se intercalan también otras cuestiones", por ejemplo, añade datos casi desconocidos como son las cartas que indican que "hubo relaciones diplomáticas entre jerarquías cristianas de Francia y autoridades musulmanas de la ciudad de Zaragoza".