María Jesús Luna: "Hay una fragmentación en la sociedad que facilita los discursos de odio"

HUESCA.- El Seminario de Investigación para la Paz (SIP) y la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, de la Universidad de Zaragoza en Huesca, colaboraron recientemente en la organización de un curso "online" que estaba enfocado, sobre todo, a los profesionales y estudiantes de Magisterio, y dedicado "a la educación para la paz, que debe estar presente desde el principio del proceso de formación de los docentes" y "debería de ser un contenido en todas las materias", dice la directora de la Fundación SIP, María Jesús Luna.

Esta antropóloga explica que el SIP trabaja en diferentes frentes, "porque además de la investigación y la reflexión y promover el diálogo y la formación, la cultura de paz requiere de una acción educativa, y la educación para la paz es una parte de nuestra actividad".

Preguntada si se hace lo suficiente en educación para la paz, contesta que "nunca se hace lo suficiente", aunque "hay experiencias muy interesantes y muy valiosas y hay docentes que se desviven y que le dan un plus a su trabajo docente, que hacen educación para la paz y tenemos mucho que aprender unos de otros". Todo con un fin principal: dar a los adolescentes y a los jóvenes "herramientas para convivir y para vivir en mejores condiciones en el mundo que les va a tocar". Sí es cierto, no obstante, que "el sistema no favorece muchas veces trabajar estos temas, quizás es más fácil en Primaria, pero luego en Secundaria el peso de las asignaturas, el horario del alumnado...". Resumiendo, "hacemos, hay muy buenas experiencias, pero tenemos que mejorar la formación de los docentes en estos contenidos, introducir este tema en su currículo, y además tenemos que encontrar espacios dentro de la vida de los centros de enseñanza para trabajar estos temas".

Insiste María Jesús Luna en que "hay muchas experiencias positivas de proyectos de solidaridad que se hacen desde los centros de enseñanza, de ayuda mutua, programas de alumnos ayudantes...", y reconoce que en la actualidad estas intervenciones son, si cabe, más necesarias "porque hay una fragmentación en la sociedad y hay una polarización que facilita los discursos de odio; además, estamos inmersos en una pandemia en la que la solidaridad de unos con otros es vital, y entonces este es un momento en el que hay que insistir en estos temas. Nos necesitamos todos, los unos a los otros, para sobrevivir a la pandemia, para una convivencia pacífica y fructífera, y tenemos que hacer entender esto a todos los chavales".

Sobre la pandemia, añade que "ha acentuado las distintas vulnerabilidades y entre ellas las de las personas que son objeto de discurso de odio... Es un reto que en este momento de pandemia no triunfen esos discursos de fragmentación, de nosotros primero o los culpables son ellos, o este tipo de cosas que estamos viendo y oyendo".