Sociedad

LA ENTREVISTA

Gonzalo Broto: "Por atractiva que sea la autoficción, este libro no es un ejemplo de ella"

El autor oscense afincado en Tailandia ha publicado la novela "Pueblo y escarcha"

Gonzalo Broto: "Por atractiva que sea la autoficción, este libro no es un ejemplo de ella"
Gonzalo Broto: "Por atractiva que sea la autoficción, este libro no es un ejemplo de ella"
S.E.

HUESCA.- "¿Qué es la ficción, sino una mudanza de piel en palabras? Lo que pudo haber sido, es", comienza Gonzalo Broto (Huesca, 1979) en Pueblo y escarcha, una ficción pirenaica alimentada de los ecos y brumas de esos lares que inundaron la vida del autor cuando residió en el Pirineo. A pesar de algún claro paralelismo entre el autor y su obra -el protagonista y Broto estudiaron Filología Hispánica y ejercen la docencia-, el escritor rehuye del término autoficción: "Por atractiva que sea la autoficción, este libro no es un ejemplo de ella, aunque algunos elementos externos -la primera persona, vocaciones análogas, un pueblo extrañamente parejo- puedan indicar lo contrario".

Pueblo y escarcha narra la historia de Jaime Heredia, un profesor de Lengua y Literatura que es acusado de crímenes que él jura no haber cometido durante su breve estancia en un pueblo de la montaña.

Gonzalo Broto vive en Tailandia desde el verano de 2008, cuando trabajaba en la Expo de Zaragoza y recibió una llamada que le ofreció empleo como profesor de español en el país asiático. "Yo quería mudarme a vivir a Japón, ese era mi objetivo, hecho por el que llevaba un año estudiando la lengua y enviando currículum a toda vacante que se produjese en dicho país, pero no había tenido suerte, por lo que cuando vi la oferta de trabajo en Singapur, envié mi solicitud sin demasiado entusiasmo", recuerda, aunque argumenta que aquel podía "ser un buen punto de partida" para aproximarse al país nipón.

Más de una década después, Broto todavía sigue en Tailandia, estancia que se ha prolongado debido a las condiciones laborales de España. "Que mi marcha coincidiera con la crisis financiera del mismo año no tuvo peso alguno en mi decisión, pero acaso sí lo tuvo en la prolongación de mi estancia, que originalmente iba a ser de un par o tres años para adquirir experiencia, y ha terminado durando una docena, los últimos diez en Tailandia", comenta.

"Siempre he pensado en volver -a Huesca-, el problema es que nunca lo he hecho. La verdad es que, desde hace uno o dos años, la idea del retorno se ha vuelto un poco más persistente, al mismo tiempo que mi necesidad de escribir ha ido creciendo exponencialmente", acaba.